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Nicolás Maduro

Maduro dice que “ataques” de EE. UU. buscan desviar la atención del impacto del COVID-19

Maduro dice que “ataques” de EE. UU. buscan desviar la atención del impacto del COVID-19
Foto AVN
El canciller chavista, Jorge Arreaza dio lectura al documento que asegura que la administración de Donald Trump tiene como estrategia atacar a Venezuela para evadir la atención del impacto de la pandemia de Covid-19 en su país integro

Este domingo el régimen venezolano envió una carta a Estados Unidos donde solicitan el cese de las supuestas agresiones criminales contra Venezuela y pide el levantamiento de sanciones que, según Nicolás Maduro, restringen el ingreso de ayuda humanitaria. 

El canciller chavista, Jorge Arreaza dio lectura al documento que asegura que la administración de Donald Trump tiene como estrategia atacar a Venezuela para evadir la atención del impacto de la pandemia de Covid-19 en su país. 

“Es claro que la administración Trump construye una cortina de humo para ocultar el improvisado y errático manejo de la pandemia en EE. UU. La crisis se agrava simplemente porque pese a contar con recursos no está dispuesto a transformar el sistema de alud en uno que priorice el cuidado pleno de la población”, reza parte del documento leído desde la Casa Amarilla. 

Hace días el gobierno de Donald Trump acusó formalmente a Nicolás Maduro de apoyar el narcotráfico, señalamientos que fueron rechazados por el régimen asegurando que son pretextos de EE. UU., para atacar a Venezuela. 

“Trump instrumentaliza instituciones para alcanzar objetivos electorales y se basa en pretextos como la lucha contra las drogas para ordenar despliegue más grande de EE. UU. hacia Venezuela en 30 años con el fin de llevar a Venezuela a un conflicto bélico costoso sangriento y de duración indefinida”, agrega el documento. 

En tanto, reiteró que gracias a la ayuda de gobiernos como China, Rusia y Cuba, así como la Organización Mundial de la Salud (OMS); en Venezuela se ha logrado contar con los insumos necesarios para combatir la propagación del Covid-19. 

A continuación, texto íntegro...

Este domingo el régimen venezolano envió una carta a Estados Unidos donde solicitan el cese de las supuestas agresiones criminales contra Venezuela y pide el levantamiento de sanciones que, según Nicolás Maduro, restringen el ingreso de ayuda humanitaria. 

El canciller chavista, Jorge Arreaza dio lectura al documento que asegura que la administración de Donald Trump tiene como estrategia atacar a Venezuela para evadir la atención del impacto de la pandemia de Covid-19 en su país. 

“Es claro que la administración Trump construye una cortina de humo para ocultar el improvisado y errático manejo de la pandemia en EE. UU. La crisis se agrava simplemente porque pese a contar con recursos no está dispuesto a transformar el sistema de alud en uno que priorice el cuidado pleno de la población”, reza parte del documento leído desde la Casa Amarilla. 

Hace días el gobierno de Donald Trump acusó formalmente a Nicolás Maduro de apoyar el narcotráfico, señalamientos que fueron rechazados por el régimen asegurando que son pretextos de EE. UU., para atacar a Venezuela. 

“Trump instrumentaliza instituciones para alcanzar objetivos electorales y se basa en pretextos como la lucha contra las drogas para ordenar despliegue más grande de EE. UU. hacia Venezuela en 30 años con el fin de llevar a Venezuela a un conflicto bélico costoso sangriento y de duración indefinida”, agrega el documento. 

En tanto, reiteró que gracias a la ayuda de gobiernos como China, Rusia y Cuba, así como la Organización Mundial de la Salud (OMS); en Venezuela se ha logrado contar con los insumos necesarios para combatir la propagación del Covid-19. 

Desde hace semanas, el mundo está paralizado, intentando controlar una pandemia que sin duda es el desafío más grande que hemos enfrentado juntos como sociedad y comunidad internacional. Al igual que para el pueblo de Estados Unidos, confrontarla es nuestra prioridad.

Afortunadamente, en Venezuela hemos contado con algunas ventajas. Tomamos medidas muy tempranas de  aislamiento y el despistaje ampliado, apoyándonos en nuestro sistema público y gratuito de salud, que cuenta con médicos de familia alrededor de todo el país. Contamos también con la invalorable organización comunitaria para ayudar a elevar la conciencia social y brindar apoyo a los más vulnerables. Igualmente, la solidaridad de Cuba, China, Rusia y el apoyo de la Organización Mundial de la Salud, nos ha permitido obtener insumos médicos necesarios, a pesar de las sanciones ilegales de Donald Trump.

Al expresarles mi solidaridad ante este importante desafío histórico y nuestra consternación y dolor por las consecuencias de la pandemia en EEUU, me veo obligado a también alertarles que, mientras el mundo se enfoca en atender la emergencia del COVID-19, el gobierno de Trump, instrumentalizando una vez más las instituciones para alcanzar sus objetivos electorales y basándose en infamias bajo pretexto de la lucha contra las drogas, ha ordenado el despliegue militar más grande de Estados Unidos hacia nuestra región en 30 años, con el fin de amenazar a Venezuela y de llevar a nuestra región a un conflicto bélico costoso, sangriento y de duración indefinida.

Como antecedente a esta maniobra falaz, el pasado 26 de marzo, William Barr, un Fiscal General de cuestionable independencia (quien recomendó la invasión de 1989 a Panamá contra Noriega y ayudó a encubrir las irregularidades del escándalo Irán-Contra), presentó, sin mostrar prueba alguna, acusaciones de narcotráfico hacia los Estados Unidos contra mí y contra altos funcionarios del Estado venezolano, a pesar de que la información del propio Departamento de Defensa demuestra que Venezuela no es un país de tránsito primario de drogas hacia los Estados Unidos, como sí lo son países aliados de Washington como Colombia u Honduras.

Es claro, que la administración Trump construye una cortina de humo para ocultar el improvisado y errático manejo de la pandemia en Estados Unidos. Desde un principio Donald Trump  le restó importancia y la negó, tal como ha hecho con el cambio climático. Hoy la crisis se agrava simplemente porque, pese a contar con recursos, no está dispuesto a transformar el sistema de salud en uno que priorice el cuidado pleno de la población y no el lucro de ganancias de la medicina privada, las compañías de seguros y las farmacéuticas.

Nosotros en Venezuela no queremos un conflicto armado en nuestra región. Queremos relaciones fraternales, de cooperación, de intercambio y de respeto.

No podemos aceptar amenazas bélicas, ni bloqueos, ni tampoco la intención de instalar un tutelaje internacional que viola nuestra soberanía y desconoce los avances del último año en el diálogo político sincero entre el gobierno y gran parte de la oposición venezolana, que desea soluciones políticas, y no guerras por petróleo.

Por todo lo anterior, hago un llamado al  pueblo de los Estados Unidos para que ponga freno a esta locura, para que responsabilice a sus gobernantes y los obligue a enfocar su atención y sus recursos en la atención urgente de la pandemia. Pido, junto al cese de las amenazas militares, el fin de las sanciones ilegales y el bloqueo que restringe el acceso a insumos humanitarios, tan necesarios hoy en el país. Les pido, con el corazón en la mano, que no permitan que su país se vea arrastrado, una vez más, a otro conflicto interminable, otro Vietnam u otro Irak, pero esta vez más cerca de casa.

No somos tan diferentes, como nos quieren hacer creer con infamias.  Somos pueblos buscando una sociedad más justa, libre y compasiva. No dejemos que los intereses particulares de minorías cegadas por ambición nos separen. Nosotros, como dijo una vez nuestro líder Hugo Chávez, compartimos el mismo sueño. El sueño de Martin Luther King es también el sueño de Venezuela y de su gobierno revolucionario. Los invito a luchar juntos por hacer realidad ese sueño.

No a la guerra de Estados Unidos contra Venezuela

No más sanciones criminales

Queremos Paz

Nicolás Maduro Moros

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