Indígenas de Colombia piden ayuda en medio del terror impuesto por disidencias de las Farc: ¿aguantará la paz total propuesta por el gobierno?

El municipio de Toribío, Cauca, ha vivido días de zozobra y terror no solamente por el reclutamiento forzado de niños, sino también por el asesinato de una de sus líderes más representativas y significativas, Carmelina Yule, el pasado 16 de marzo por el frente Dagoberto Ramos de las disidencias de las Farc.

El asesinato de la activista social que defendía los derechos de las mujeres de su comunidad fue una de las razones que llevó al mandatario de los colombianos a dar por terminado el cese al fuego establecido dentro de los acercamientos de paz.

En entrevista con el programa ‘La Noche’ el coordinador de la delegación del gobierno en los diálogos con las disidencias de las Farc manifestó que el proceso entró a una etapa difícil a “una sala de urgencias”, aunque aclaró que no está cerrada la mesa ni suspendido el cese al fuego en otros departamentos. “Pero es una crisis que no podemos ocultar.” También resaltó que el 75 o el 80% de los incidentes de afectación del cese al fuego se concentran en el suroccidente y especialmente en el Cauca.

Por su parte, la senadora Colombiana Paloma Valencia cuestionó que el gobierno mantenga el cese al fuego con la misma organización criminal en otros departamentos de país. “El presidente no puede salir a decir que Iván Mordisco es un narcotraficante como Pablo Escobar y decir que le mantiene un cese al fuego en el resto del país.Yo creo que aquí la enfermedad empieza con la reivindicación de la violencia que hace el presidente, que dice que si uno está haciendo la revolución entonces sí puede matar, sí puede secuestrar y sí puede reclutar. Y creo que aquí lo que los colombianos necesitamos es un mensaje categórico en el sentido de que nadie, no importa las ideas que tenga, puede salir a matar a otros colombianos”.

El congresista del Pacto Histórico Ermes Pete condenó lo que ha venido sucediendo en su departamento.

"Es un crimen de lesa humanidad, asesinaron a una señora como Carmelina Yule, sin armas, una señora mayor dedicada a su trabajo, a su ejercicio del control territorial, como guardia indígena y que la asesinen de esa manera, pues es un delito que no tiene nombre”, mencionó.

Alveiro Mestizo o “Zapata”, jefe de comisión en Toribío, Cauca, cabecilla de la estructura criminal de las Farc, estaría detrás según las autoridades del reclutamiento de menores de edad para las filas de ese grupo criminal, situación que ha perturbado la tranquilidad de los habitantes que han venido denunciando y oponiéndose a que se lleven a los niños a la guerra.

Según fuentes consultadas por el programa ‘La Noche’, alias “Zapata” junto con sus hombres han venido amenazando a las comunidades de Toribío y ante su negativa de permitir que los menores de edad sean involucrados en el conflicto han recibido varios atentados y amenazas.

Autoridades locales también confirmaron el secuestro y posterior asesinato del líder social Álvaro Javier Morales Flor, presidente de la junta de acción comunal del corregimiento de Ortega, en la zona rural del municipio de Cajibío.