La NASA revela cuáles fueron sus más grandes descubrimientos en 2019
El 2019 fue un año de grandes descubrimientos para la Nasa, y su Estación Espacial Internacional fue uno de sus recursos que más pudo recolectar información y datos sobre actividades que antes desconocíamos.
Estos nuevos hallazgos podrían llevar a la humanidad a tratar enfermedades como el párkinson, o ayudar a los científicos a desarrollar nuevas tecnologías para que, en años próximos, el hombre (y también la mujer, claro) pueda volver a la Luna o incluso a Marte.
Estos son los más grandes hallazgos de la estación espacial en este 2019:
Gemelos ¿idénticos?
A la Nasa se le ocurrió hacer un experimento con gemelos: envió uno a un vuelo espacial y al otro lo mantuvo en la Tierra, esto con la finalidad de observar qué cambios se podían producir en el que fue enviado al espacio. Los lazarillos fueron Scott y Mark Kelly.
“Uno de los resultados incluyó la observación del alargamiento de los telómeros de Scott, características especiales en los extremos de cada hebra de ADN que generalmente se acortan con la edad”, explicó la NASA.
“Los cuerpos de los astronautas se adaptan a la microgravedad mientras están en el espacio. Cuando regresan a la gravedad de la Tierra, lleva tiempo readaptarse. Este retorno a la gravedad puede causar numerosos efectos adversos”, agregaron.
Astronauta retirado Mark Kelly se enfrenta a su hermano gemelo idéntico (Foto: NASA)
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El espacio activa el antienvejecimiento
La NASA está consternada con el tiempo en el espacio, ¿transcurre igual que en la Tierra? Aún no hay respuesta, pero sí determinaron que la actividad cardíaca humana cambia una vez que se está fuera del planeta. Los estudios apuntaron a que estos cambios en la frecuencia cardíaca están asociados con biomarcadores antienvejecimiento.
“Eso significa que la exposición a una mayor actividad magnética en el espacio lleva al cuerpo humano a responder de una manera que indicaría un efecto similar al antienvejecimiento”, explican.
Foto: NASA
Casas en Marte
Los científicos ya tienen un pie en el futuro, y están evaluando materiales para construir viviendas y lugares de trabajo en la Luna y Marte. Sin ir más lejos, los expertos consideran que el cemento terráqueo podría ser perfecto para esas construcciones. Sin embargo, nada es un hecho y la estación Microgravity Investigation of Cement Solidification examina cómo los cambios en la gravedad alteran la química y la estructura del cemento antes de hacer cualquier experimento.
Foto: NASA
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Células vivas en microgravedad
Los científicos notaron que un microscopio de fluorescencia 3D miniaturizado permite observar cambios en las células vivas en microgravedad. Con estos datos se puede analizar con mayor precisión cómo se comporta el cuerpo humano en el espacio, además de arrojar muestras de células T humanas.
Riesgos de la iluminación artificial
La iluminación artificial en la noche afecta el comportamiento de la vida silvestre urbana, según un estudio reciente publicado en Scientific Reports. Los investigadores mapearon los niveles de luz en la ciudad de Chicago utilizando imágenes disponibles públicamente de los astronautas de la Tierra tomados de la estación espacial.
“Otra investigaciónreciente utilizó estas imágenes para mostrar que las áreas verdes urbanas, que contribuyen al bienestar humano, rara vez están muy cerca del lugar donde viven las personas”, explica la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EEUU.
Foto: Unidad de Ciencias de la Tierra y Teledetección, Centro Espacial Johnson de la NASA.
Estrellas de neutrones
El Explorador de Composición Interior de la estrella de neutrones de la NASA proporciona mediciones precisas de estrellas de neutrones, objetos que contienen materia ultradensa en el umbral del colapso en los agujeros negros.
La NASA detectó una nueva fuente de rayos X transitoria en el cielo y la designó "MAXI J1820 + 070". Poco después se determinó que era un sistema binario de agujero negro en el que la masa es varias veces mayor que la de nuestro Sol.
Las bacterias pueden adaptarse al espacio
Durante años se mantuvo la teoría de que las bacterias podían mutar en el espacio y convertirse en un riesgo mayor para los astronautas, sin embargo, y aunque tal teoría no ha sido descartada del todo, una investigación de la Agencia Espacial Europea se inclina más por la idea de que las bacterias no se vuelven más extremófilas o resistentes a los antibióticos en el espacio, sino que solo los organismos mejor adaptados sobreviven en el entorno espacial.
Redacción NTN24.com
