Chilenos presentan pruebas de admisión universitaria bajo inéditas medidas de seguridad
Bajo un inusual operativo de seguridad, con policías controlando el ingreso a las aulas, unos 128.000 estudiantes de Chile rinden este lunes y martes la Prueba de Selección Universitaria (PSU), proceso que inició tres semanas atrás con manifestaciones que impidieron que el total de la matricula rindiera el examen.
Grupos de estudiantes volvieron a manifestarse en las puertas de varios colegios y realizaron una protesta pacífica en una estación de la línea de ferrocarril metropolitano en la antesala a la prueba, cuyo inicio se fijó a las 13H00 GMT, en una arista más de la crisis social que afecta al país desde octubre.
"Lo esencial es que alumnos que quieran rendir la prueba lo puedan hacer", dijo el Subsecretario del Interior, Juan Galli, quién recordó que Carabineros actuará si manifestantes generan desordenes que impidan dar el examen.
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Unos 111.080 habilitados para rendir matemáticas, 69.978 para lenguaje y 46.493 para dar la prueba de Ciencias buscarán completar la matrícula, de unos 300.000, que buscan ingresar a la educación terciaria en 2020.
La prueba de Ciencias Sociales fue suspendida luego de que a principios de enero se filtrara el formulario del examen a través de redes sociales.
La PSU estaba programada para noviembre del año pasado, pero fue pospuesta debido a la revuelta social que inició el 18 de octubre con estudiantes protestando por el aumento en las tarifas del Metro que tres meses después se mantiene vigente y se salda con 29 muertes.
La PSU mide conocimiento, habilidades y también considera las calificaciones escolares. Durante años, quienes obtienen los mayores puntajes son estudiantes de colegios privados, donde estudia el 8% del total, logrando entrar a las universidades más codiciadas.
La desigualdad en el acceso a la educación, salud y pensiones han estado en el epicentro de las protestas. Asimismo, dejar de lado la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) es otra de las grandes demandas, en abril un plebiscito definirá si se formula o no una nueva Carta Magna.
