Detienen a 12 haitianos en Panamá por disturbios en campamento de migrantes
Doce migrantes irregulares de nacionalidad haitiana fueron detenidos en Panamá acusados de causar destrozos en el campamento donde se encuentran varados a la espera de poder seguir su ruta hacia Estados Unidos, informó este jueves la fiscalía panameña.
Durante una audiencia en la comunidad de Zapalla, en el distrito de Chepigana en la provincia selvática de Darién, fronteriza con Colombia, el juez de la causa Luis Mitre, decretó "detención provisional" contra los haitianos, indicó el ministerio público.
A los migrantes se les acusa por "delitos de incendiarismo, daños a la propiedad, hurto y lesiones personales" a unidades del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), agregó la fiscalía en un comunicado.
Los incidentes ocurrieron el 1º de agosto, cuando varias lonas fueron incendiadas en La Peñita, un campamento para migrantes ubicado en una pequeña comunidad indígena en Darién.
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El albergue tiene capacidad para 200 personas, pero en la actualidad hay unas 1.500, lo que ha disparado las tensiones.
Durante los incidentes, provocados presuntamente por los migrantes, también fueron vandalizados varios vehículos.
Según la fiscalía, los 12 detenidos fueron capturados "en flagrancia" por miembros del Senafront.
La directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, manifestó recientemente a la AFP que el gobierno panameño procedería "con la deportación de este grupo de personas que ha hecho este tipo de daños a la propiedad".
La funcionaria advirtió incluso que entre 250 y 300 personas podrían ser deportadas por los incidentes violentos.
Más de 2.000 migrantes de Cuba, Haití, Bangladés, Nepal, Congo, Camerún e India permanecen estancados en distintos campamentos en Panamá, sin poder seguir su ruta a Estados Unidos, Canadá o México ante el cierre de las fronteras a causa de la pandemia de covid-19.
Antes de esta situación, un centenar era enviado cada día hasta la frontera con Costa Rica para que siguiera su travesía. Pero la parálisis impuesta por la crisis sanitaria ha provocado un aumento de las tensiones en los campamentos, donde los migrantes piden que se les deje continuar su trayecto o mejores condiciones de alojamiento.
"Están amenazándonos de que si nosotros no les permitimos seguir ellos van a continuar (las protestas) hasta que haya muertos", alertó Gozaine.
Unas 24.000 personas cruzaron la selva del Darién en 2019 y este año más de 4.000 hicieron el mismo camino pese al peligro, según cifras oficiales.
