Rafael Ramírez: “Privatización de Pdvsa fue algo que ni siquiera se atrevió la IV República”
El expresidente de Pdvsa, y uno de los hombres más cercanos a Chávez, Rafael Ramírez, cuestionó la importación de petróleo desde Irán asegurando que es el único gobierno que se atreve a burlar las sanciones de Estados Unidos porque tienen “un juego geopolítico”.
“Ningún privado se atreve a traer gasolina por las sanciones norteamericanas. Por eso solo lo hace Irán, que están resteados y tienen un juego geopolítico. Maduro lo que hace es ceder a los privados”, dijo Ramírez en una entrevista concedida a El Nacional.
En tanto, aseguró que, entre tanta corrupción, Nicolás Maduro destruyó las refinerías del país y se vio reflejado en el momento que puso al frente de la estatal petrolera a personas inexpertas en la materia que solo desviaron los fondos para favorecer a los grupos económicos del régimen madurista, refiriéndose específicamente a Erick Malpica Flores, sobrino de Cilia Flores y quien fue designado como vicepresidente de finanzas en el año 2014.
“Tengo más de cinco años alertando de las malas decisiones que se estaban tomando desde Pdvsa. lo que sucedió es que Pdvsa está colapsada y estos buques iraníes que Maduro muestra como un éxito, realmente evidencian un fracaso rotundo de lo que ha sido su gestión frente a Pdvsa (…) ¿Cómo Maduro destruyó esa capacidad de refinación y pasamos de 1 millón a producir apenas 135.000 barriles? Porque lo primero que hizo fue colocar 7 juntas directivas, que no estaban preparadas para el negocio. Fue crucial y muy grave cuando pusieron a Erick Malpica Flores como vicepresidente de Finanzas, porque comenzó a desviar los recursos indispensables para la inversión y costos y gastos de las refinerías”, agregó.
En este sentido, quien fue presidente de Pdvsa durante casi diez años, resaltó que durante su gestión en Venezuela nunca faltó la gasolina, y cuando salió de la cartera, dejó la producción en 3 millones de barriles diarios.
“En 2013 cerramos con 1.127.000 barriles día de combustible, incluyendo gasolina, diésel, fuel oil y lubricantes, en 2016 era de 716.000, en 2017 cuando entra Manuel Quevedo (a la presidencia de Pdvsa) 597.000 y en 2020 fue 135.000, apenas 10% de producción de la capacidad de refinación. Pero en la junta directiva no había dolientes, porque el jefe de comercio y suministros era el que le llevaba el Twitter a Tarek El Aissami, el gerente de producción era un arquitecto, en refinación pusieron a un exoficial del 4 de febrero y cuando llenaron a Pdvsa de guardias nacionales eso fue el acabo”, explicó.
También recordó que advirtió sobre la privatización de Pdvsa, refiriéndose a las 200 estaciones de servicio que Maduro dispuso para la venta del combustible en divisas. Ramírez ve con asombro las últimas decisiones del régimen, al tiempo que las condena y explica que “ni la IV República” se atrevió a tanto.
“Cuando Maduro dice que va a entregar 200 bombas de combustible a los privados, tú te preguntas ¿Quiénes son esos privados? ¿Quién los escogió? ¿Qué inversión hicieron? ¿Qué van a traer gasolina? Eso no es verdad. No están trayendo”, detalló. Al tiempo que reiteró que el combustible traído de Irán solo tendría una capacidad de al menos 15 días.
Asimismo, dijo que el régimen de Maduro importa gasolina desde el año 2018 a través de Wilmer Ruperti, un empresario venezolano que en el año 2019 fue sancionado por el gobierno de Estados Unidos por sus nexos con Nicolás Maduro.
Quien fuera de los hombres de confianza de Chávez, hoy condena el régimen de Maduro quien fue el pupilo del fallecido presidente para quedar al frente de la cúpula socialista en Venezuela; asegurando que el actual gobierno está lejos de ser bolivariano.
“Este gobierno no es chavista, ni es bolivariano y si Chávez estuviera vivo ya hubiera metido preso a Maduro”, aseveró.
Rafael Ramírez hoy día se encuentra en el exilio desde que se apartó de Nicolás Maduro, a quien, antes de renunciar, le advirtió que lo denunciaría por sus entramados de corrupción. Asimismo, asegura que se encuentra escribiendo un libro donde narrará toda su experiencia en la gestión chavista, advirtiendo que su texto habla sobre “lo que nadie se atreve a decir”.
Ramírez finaliza reconociendo que fue un error haber apoyado a Maduro, y dice estar arrepentido de haber creído en el quien, a su juicio, resulto ser “un traidor más”.
