Continúan las protestas en Nicaragua exigiendo la renuncia de Daniel Ortega
Sigue la presión contra el gobierno de Nicaragua, a pesar de la derogación de la polémica reforma que causó el inicio de las protestas. Miles de personas siguen en las calles para rechazar la represión de la fuerza pública y exigir la renuncia del presidente Daniel Ortega.
El presidente Daniel Ortega enfrenta el desafío de abrir los espacios democráticos cercenados durante sus 11 años de gobierno, como le exigen las masivas protestas iniciadas la semana pasada y que dejan al menos 30 muertos.
Miles de personas se concentraron el lunes en Managua y otras ciudades para exigir el fin de la represión contra las protestas iniciadas el pasado miércoles tras el anuncio de una reforma del seguro social, y que dejaron en evidencia la disconformidad acumulada en la población bajo la gestión de Ortega.
Varios manifestantes atacaron uno de los llamados "árboles de la vida", estructuras metálicas que adornan la capital.
Los activistas aseguran que lo hacen porque las autoridades han violado el derecho a la vida y a la libertad de expresión.
"La gente pide democracia, libertad, elecciones libres, un gobierno transparente, separación de poderes, estado de derecho, la gente quiere libertad", declaró el excanciller nicaragüense Norman Caldera a la AFP.
"Si (el gobierno) no accede va a ser difícil detener esto (protestas), aquí el pueblo demostró que es una gran mayoría" y "el aparato represivo no da para detener la magnitud de las protestas", advirtió Caldera.
Los estudiantes de la Universidad Politécnica de Nicaragua participaron en una vigilia por las víctimas mortales que dejan las manifestaciones de la última semana. Los jóvenes denunciaron que han sido atacados por sandinistas y policías dentro del centro educativo dejando un muerto y 6 heridos, según testimonios.
La oficina del alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció que varias de las muertes producidas en las protestas antigubernamentales podrían equivaler a "asesinatos no justificados".
La ONU pidió a las autoridades nicaragüenses una investigación profunda y transparente de al menos 25 de las 30 muertes reportadas. Además, solicitó a las autoridades que permitan "el libre ejercicio de la libertad de expresión" a todos los ciudadanos, incluidos los defensores de los derechos humanos que están monitoreando lo que ocurre.
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