Macron informará próximamente las medidas para desvanecer la ira del “chaleco amarillo”
El presidente francés, Emmanuel Macron, se manifestará por televisión el lunes por la noche para anunciar una serie de cambios de política basados en los comentarios recibidos durante dos meses de consultas públicas provocadas por la revuelta del "chaleco amarillo".
Macron dará un discurso televisado a las 1800 GMT en el que expondrá las "primeras medidas concretas" que se tomarán en respuesta a las "preocupaciones planteadas" en los más de 10,000 debates que se realizaron en todo el país, así como los casi dos millones de contribuciones realizadas en línea, dijo la presidencia AFP.
Dos días después, dará una conferencia de prensa para discutir sus ajustes de política, agregó la presidencia, un movimiento raro de un líder que ha evitado las conferencias de prensa desde su elección en 2017, además de recibir a líderes extranjeros.
Uno de los asesores de Macron dijo a la AFP que el país podría esperar "un nuevo acto" en la presidencia del centrista, caracterizado por "cambios profundos".
El domingo por la noche, Macron se reunió con el primer ministro Edouard Philippe y los ministros del gabinete para afinar sus anuncios, dijo el asesor.
Macron lanzó su "Gran Debate Nacional" el 15 de enero para intentar poner fin a la mayor crisis de su presidencia.
A mediados de noviembre, los manifestantes, furiosos por el aumento de los impuestos sobre el combustible y la desigualdad, comenzaron a ocupar rotondas en las zonas rurales de Francia, iniciando un movimiento que se convirtió rápidamente en una revuelta en contra de Macron.
Todos los sábados de los últimos cinco meses, decenas de miles de manifestantes han tomado las calles de París y otras ciudades para protestar contra las políticas que ven como un sesgo hacia los grandes y ricos negocios.
Las protestas han terminado regularmente en disturbios y destrucción de propiedades, con algunos de los peores actos violentos de ver el memorial de guerra Arc de Triomphe en París despedido el 1 de diciembre y varios negocios en la famosa avenida Champs-Elysees saqueados en dos ocasiones separadas.
Al lanzar un importante ejercicio de escucha de los votantes, el ex banquero de inversiones Macron intentó eliminar el calor de las protestas.
Pero la tarea de tratar de satisfacer todas las quejas presentadas será complicada.
"No tendrá una segunda oportunidad", advirtió el líder del Senado Gerard Larcher, un miembro de los republicanos de la oposición, en una entrevista con el periódico Le Figaro el sábado.
En términos de participación, el debate fue visto en gran parte como un éxito.
Entre el 15 de enero y el 15 de marzo, cerca de 500,000 personas participaron en 10,134 reuniones en centros comunitarios en todo el país, y cientos de miles más llenaron cuestionarios u ofrecieron sugerencias no solicitadas en un sitio web del gobierno.
Macron, quien recorrió el país para involucrar a los alcaldes y residentes locales en las discusiones de maratón, prometió a los franceses al comienzo del proceso "transformar la ira en soluciones" después.
Pero cuando regresaron a las calles de París y otras ciudades el sábado para su 22ª semana consecutiva de protestas, muchos chalecos amarillos despidieron todo lo que tenía para ofrecer.
"Gran debate nacional, gran bla, bla" y "Macron, no esperamos nada de sus anuncios", leen algunas de las pancartas que ondean los manifestantes en París.
Las cifras del Ministerio del Interior pusieron el número de manifestantes en 31,000 el sábado, muy lejos de los 282,000 que participaron en la primera edición, pero en comparación con los 22,300 de la semana anterior.
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