Críticas en Colombia al embajador en Caracas, Miltón Rengifo, por asistir a la posesión ilegítima de Maduro; lo tildan de “vergüenza”
Nicolás Maduro se autoproclamó de manera ilegítima este viernes 10 de enero como presidente de Venezuela, asumiendo así su tercer mandato consecutivo, pero con el desconocimiento internacional y la denuncia opositora de "golpe de Estado" en su reivindicación de la victoria de Edmundo González Urrutia.
Maduro y Cilia Flores llegaron al Palacio Federal Legislativo para prestar juramento ante la ilegítima Asamblea Nacional y estuvieron acompañados por el primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática; el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne; el líder del régimen de Cuba, Miguel Díaz Canel, el líder del régimen en Nicaragua, Daniel Ortega; entre otros.
Uno de los que se pudo ver en la transmisión fue al embajador de Colombia en Venezuela, Nicolás Rengifo, quien no solo hizo presencia, sino que saludó al presidente ilegítimo, desatando una oleada de críticas en su país.
Y es que, a pesar de que el gobierno del presidente Gustavo Petro había dicho que no haría presencia ni él ni el canciller en la posesión de Maduro, la presencia de Rengifo ha sido señalada como un “gesto de aprobación” al régimen.
“Es una vergüenza”, “era obvio que no iba a dejar a su amigo solo”, “una lástima caer tan bajo”, “el nombre del país por el suelo gracias a Petro”, “qué horror”, “este gobierno no representa el sentir de los colombianos”, entre otros han sido los mensajes que se leen en redes sociales por la presencia de Rengifo en la posesión de Maduro.
Maduro fue proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE) con 52% de los votos, sin que hasta el momento se haya publicado un escrutinio detallado, como exige la ley. La oposición publicó en una web copias de actas electorales que sostienen que prueban su victoria con más de 70% del sufragio.
Maduro movilizó a sus seguidores el jueves y llamó a "salir a las calles por millones" para su juramentación. "El 10 juro con Maduro por el futuro", reza uno de sus eslóganes.
En el próximo sexenio, el líder del régimen de Venezuela propone una "gran reforma" a la Constitución, que sigue el camino de la aprobación de nuevas leyes que, según expertos, merman las libertades. Promete igualmente recuperación económica, tras pasar buena parte de sus 12 años en el poder en recesión, alta inflación y escasez.