Revolución en salud: Colombia realiza primera cirugía para combatir enfermedad que padece el 5% de la población mundial
La depresión no es solo tristeza, es una enfermedad compleja que puede paralizar por completo la vida de quien la padece. Puede durar semanas, meses o incluso años, y en los casos más graves, ni los medicamentos ni la psicoterapia ofrecen alivio.
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Este fue el caso de Lorena Rodríguez, una mujer colombiana diagnosticada hace 17 años con un trastorno mixto de ansiedad y depresión. Tras probar todo tipo de tratamientos desde fármacos, psicoterapia, terapias alternativas, hasta cambios espirituales, Lorena llegó a un punto límite de sentir que ya no quedaba nada para ella.
Pero su historia dio un giro inesperado cuando conoció al Dr. William Omar Contreras, neurocirujano funcional y aliado del Hospital Internacional de Colombia. Él le habló de una tecnología conocida como Estimulación Cerebral Profunda (DBS, por sus siglas en inglés), un procedimiento quirúrgico de alta precisión que busca "reactivar" las zonas del cerebro afectadas por la enfermedad.
Una cirugía pionera en Colombia
Después de más de dos años de evaluaciones médicas y agotar todos los tratamientos posibles, el Dr. Contreras, junto con la Dra. Paula Millán y el Dr. Juan Esteban Rosales, decidieron intervenir quirúrgicamente.
El procedimiento consistió en implantar electrodos en el cerebro, que se conectan a una batería alojada bajo la piel del pecho. Esta batería funciona como un marcapasos cerebral, enviando impulsos eléctricos que regulan las áreas afectadas.
Lo novedoso del caso de Lorena es que, por primera vez en Colombia, se implantaron cuatro electrodos en lugar de los dos que normalmente se utilizan en este tipo de procedimientos, una medida tomada debido a la complejidad y resistencia de su caso.
Tecnología al servicio del bienestar emocional
El dispositivo implantado puede durar hasta 25 años. Además, la paciente puede recargar la batería desde su casa, utilizando un artefacto externo que se coloca sobre la piel.
Gracias a esta innovación, el control de los síntomas se puede ajustar según las necesidades, lo que mejora la calidad de vida del paciente sin necesidad de hospitalización constante.
Aunque los resultados más significativos del tratamiento se evidencian después de dos años, Lorena describe su estado actual como “volver a nacer”. Cada día bueno es una celebración. “Estoy empezando a conocer muchas cosas de mí que antes no podía ver”, asegura.
Un avance histórico para la salud mental en Colombia
“No pretendemos curar la depresión, pero sí mejorar la calidad de vida”, explicó el Dr. Contreras. Y en el caso de Lorena, los resultados hasta ahora han sido más que alentadores.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta al 5% de la población adulta mundial, lo que equivale a más de 280 millones de personas. De estas, 70 millones presentan cuadros resistentes a los tratamientos convencionales, convirtiéndose en una prioridad global de salud pública.
Con este primer procedimiento de estimulación cerebral profunda en Colombia, el país da un paso firme hacia una nueva era en el tratamiento de trastornos mentales graves, ofreciendo esperanza a quienes sienten que han agotado todas las opciones.
