¿Se han vuelto más revoltosos los fanáticos en los conciertos?

Celulares. Botellas de plástico. Cenizas humanas. Son solo algunos de los objetos que en los últimos tiempos han golpeado a grandes celebridades en medio de espectáculos en vivo- desde Harry Styles hasta Pink.

Esto no es necesariamente nuevo. “Si miras hacia atrás en la historia y consideras, por ejemplo, los eventos del artista Tom Jones: se ganaron la reputación de ser el tipo de concierto en el que los miembros de la audiencia le tiraban su ropa interior al cantante”, asegura el psicólogo Harry Lewis.

Aún así, parece haber una percepción entre los profesionales de la industria de que el comportamiento de las audiencias en los conciertos se ha vuelto más caótico, agresivo y revoltoso. Tanto es así, que la compañía de eventos en vivo “Live Nation” está financiando estudios para entender mejor las experiencias de los fanáticos. Lewis es uno de los investigadores de este proyecto.

"Desde un punto de vista psicológico, en los eventos más grandes, en los que tocan varios artistas diferentes, es más difícil que se genere una identidad de grupo singular. Y lo que nuestra investigación demuestra es que cuando hay gente congregada en torno a una razón singular, sienten que tienen un propósito compartido. Es mucho menos probable que el evento se vuelva disruptivo”, añade el investigador.

Lewis también asegura que las redes sociales podrían jugar un rol: “No creo que el tirar cosas al escenario sea un intento deliberado para hacer daño a los artistas. Más bien, pareciera que lo que buscan es establecer una especie de relación con ellos. Y eso puede ser una manifestación de las interacciones directas que hoy existen entre los artistas y sus fanáticos en las redes sociales”.

Es decir, los fanáticos se sienten más cerca que nunca antes de las celebridades. Y eso contribuye a desdibujar los límites que tradicionalmente han existido entre la multitud y el escenario, como un espacio sagrado o impenetrable.

Sin embargo, Lewis explica que la mayoría de los fanáticos que han entrevistado aseguran no haber notado cambios significativos en las audiencias. Quizá se trate de unos cuantos incorregibles que buscan llamar la atención. Sobre todo cuando consideramos lo virales que se vuelven estos videos en Internet.