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Ataúd de la reina Isabel II

Solemnidad y silencio: miles de personas despiden los restos de la reina Isabel II en Westminster Hall

La capilla ardiente estará abierta hasta el próximo 19 de septiembre cuando se lleve a cabo el funeral de la reina.

Este miércoles el féretro de Isabel II fue transportado por un carruaje militar para llevar los restos de la reina hasta Westminster Hall para que los ciudadanos puedan darle el último adiós a la monarca. 

Miles de británicos y turistas desfilan ante la capilla ardiente la Abadía, la cual está abierta desde este miércoles en la sede del Parlamento de Reino Unido. Los restos de Isabel II se quedarán en Westminster Hall hasta que se lleve a cabo el funeral el próximo 19 de septiembre. 

Tras la llegada del ataúd, quedó constituido el velatorio de Estado para la Reina Isabel II. Luego de una eucaristía, de 20 minutos, comenzó el desfile de flujo constante de los visitantes que quieren despedirse de la monarca. 

“La Policía Metropolitana velará para que los londinenses y los ciudadanos de todo el mundo puedan de manera segura mostrar sus respetos a su majestad”, declaró en rueda de prensa Sir Mark Rowley, comisionado de la Policía Metropolitana de Londres.

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NTN24 habló con algunos visitantes, quienes expresaron que es demasiado conmovedor lo que ha sucedido este miércoles y que se percibe una frialdad en el aire. “Creo que se fue bien, fue una grandiosa reina que hizo a Gran Bretaña”, expresó un ciudadano. 

“Fue muy surreal, estar ahí y no poder creer lo que estás viendo (…) fue hermoso”, declaró una ciudadana británica. 

Por su parte, algunos turistas le comentaron a NTN24 que, aunque es sorprendente, creen que también tuvieron la oportunidad de presenciar un “momento histórico”

De acuerdo con varias fuentes de medios internacionales se dice que los cuatro días de puertas abiertas fue algo que la reina Isabel II pudo organizar y que exigió que las personas pudieran despedirse de sus restos porque ella sabía que representaba a la institución. 

Las autoridades locales pusieron en marcha un sistema de control para mantener el orden y facilitar la espera. Por ello, los civiles que esperan para entrar a la capilla ardiente cuentan con manillas que son solo válidas para abandonar la fila en caso de que necesiten ir al baño o por algo de comida. 

“Decir que es triste no se compadece de cómo se siente en realidad, es como si muriera tu madre”, afirmó uno de los ciudadanos que espera para darle el último adiós a la monarca. 

Redacción ntn24.com

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