Tobillera electrónica, prohibición al uso de redes sociales y allanamiento a su casa: justicia de Brasil dictó nuevas medidas sobre el expresidente Bolsonaro
Este viernes 18 de julio se dio a conocer que la Policía Federal de Brasil le puso una tobillera electrónica al expresidente Bolsonaro ante la posibilidad de fuga.
El exmandatario, que se enfrenta a más de 40 años de cárcel por supuestamente planear un golpe de Estado, tiene otros impedimentos: no puede comunicarse con su hijo ni contactar con diplomáticos extranjeros.
Los agentes del bloque de seguridad llegaron al domicilio del exejecutivo para instalarle el mencionado aparato, bajo una ordenanza del Tribunal Supremo Federal.
El exgobernante de derecha está en medio de un proceso judicial por supuestamente haber liderado un intento de golpe de Estado contra el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La sentencia de Jair Bolsonaro podría conocerse a mediados de septiembre del año en curso (2025).
Un día antes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, además amigo de Bolsonaro, envió una carta a Brasil presionando a las autoridades de ese país para que “desestimen el caso”.
Acto seguido, el juez Alexandre de Moraes, que instruye el proceso, decidió, antes de que Bolsonaro pidiera asilo a Trump y se refugiara en la embajada de Estados Unidos, monitorear cualquier movimiento de Bolsonaro a través de la tobillera electrónica, así como custodiar la casa del expresidente con presencia policial.
Estas son otras de las restricciones: por las noches (de 19.00 a 07.00 horas) tendrá que estar es su vivienda y tampoco podrá usar las redes sociales.
Las autoridades, preliminarmente, sostienen que Bolsonaro ha actuado para dificultar el juicio por intento “golpista” y ha llevado a cabo iniciativas que podrían calificarse como “delitos de coacción, obstrucción a la Justicia y ataque a la soberanía nacional”.
