Empanadas con sello de estrella: Sofía Vergara y su hijo Manolo presentan su nuevo negocio familiar
Sofía Vergara, una de las figuras más reconocidas del entretenimiento latino en Hollywood, no solo ha brillado como actriz y modelo, sino también como una mujer de negocios con un olfato agudo para los proyectos exitosos.
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Apasionada por sus raíces, por la cocina y por las buenas ideas, ahora suma una aventura empresarial a su historial: una línea de empanadas creada junto a su hijo, Manolo González Vergara.
Aunque recientemente la colombiana dio de qué hablar al entrar al negocio del café, pocos sabían que ya estaba involucrada en un emprendimiento culinario más cercano a su corazón: 'Toma’, una marca de empanadas fundada en 2024 por Manolo González Vergara.
El proyecto ha buscado posicionarse en el competitivo mercado estadounidense con sabores que evocan la cocina tradicional latinoamericana, pero con un toque contemporáneo.
Manolo González, de 33 años, se formó como director y productor de cine en la Universidad de Boston. Sin embargo, su pasión por la gastronomía y el legado familiar lo motivaron a explorar el mundo del emprendimiento con esta propuesta innovadora.
Según explican en la página oficial de la marca, la idea nació “del profundo amor de Sofía por la comida latina y la inquebrantable pasión de Manolo por la cocina”. Junto al empresario hotelero Sam Nazarian, decidieron crear una marca culinaria que eleva la empanada a una experiencia gourmet, fusionando lo mejor de los sabores del continente con ingredientes de primera calidad.
Entre su oferta destacan empanadas “sabrosas y con un toque picante”, así como pandebonos suaves con queso, pensados para conquistar todos los paladares. "Toma” no es solo una marca: es una invitación a saborear Latinoamérica con una receta cuidadosamente curada y un empaque moderno.
Manolo, único hijo de Sofía, nació del matrimonio de la actriz con José Luis González-Ripoll, empresario de la construcción y miembro de una reconocida familia barranquillera. Aunque su carrera empezó detrás de cámaras, hoy se convierte en la cara visible de un negocio familiar que promete dar mucho de qué hablar.
A sus 52 años, Sofía sigue demostrando que la reinvención y la conexión con sus raíces son parte esencial de su éxito. Y con este capítulo empresarial junto a su hijo, deja claro que el talento, el sabor y la visión emprendedora también se heredan.
