El presidente Petro anunció la suspensión de diálogos con el ELN: "No tiene ninguna voluntad de paz"
El presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, anunció este viernes 17 de enero la suspensión del proceso de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) bajo el argumento de que el grupo guerrillero “no tiene ninguna voluntad de paz”.
“Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, escribió en su cuenta de X.
La decisión de Petro se da luego de que al menos cinco firmantes de paz fueron asesinados el jueves en medio de los combates entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las antiguas Farc.
El representante especial del secretario general de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, de hecho en su cuenta de X expresó el jueves su más firme condena por “el asesinato de cinco firmantes de paz y líderes en Catatumbo. Urge proteger a población civil y comunidades”.
“Llamo a los grupos armados a cesar acciones violentas. La verdadera voluntad de diálogo pasa por respetar la vida de quienes optaron por la paz”, expresó Ruiz Massieu.
La ola de violencia en Catatumbo dejó también un perturbador hecho en Tibú en donde fue asesinada una familia: un bebé de unos seis meses y sus padres.
El presidente Petro ya había señalado el jueves que tomaría acciones sobre los diálogos de paz con el ELN debido a que su “gobierno está con el pueblo del Catatumbo”.
El mandatario compartió un comunicado de varias organizaciones sociales, campesinas y comunitarias del Catatumbo que exigían paz y respeto por la región.
Petro empezó a dialogar con el ELN a finales de 2022, cuando se convirtió en el primer mandatario de ideología izquierdista en llegar al poder de Colombia y que planteó una “paz total” para el país.
Cabe destacar que el anuncio de suspender el diálogo de paz con la guerrilla se da el mismo día en que se cumplen seis años del atentado terrorista del ELN contra la escuela de la Policía General Santander, en el que murieron 22 jóvenes cadetes.