Crece la preocupación por los animales que huyen de los incendios en Los Ángeles

Desde que iniciaron los incendios en Los Ángeles, la preocupación no ha parado, y es que no solo los ciudadanos se han visto afectados por las crecientes llamas.
Muchos animales también se han visto afectados por esta situación al punto en el que muchos de ellos han muerto o han tenido que huir a los lugares más cercanos en busca de alimentos y abrigo.
Caballos, burros, perros, ovejas, cabras y otros animales han tenido que dejar sus habitad y refugiarse en sitios de acogida o instalaciones de organizaciones dedicadas al rescate animal.
A medida que los incendios reducen comunidades enteras a cenizas, animales de todo tipo dependen de donaciones para abrigo y tratamientos médicos.
La Sociedad Humana de Pasadena recibió unos 400 animales de Altadena, donde las llamas ya consumieron más de 5.600 hectáreas.
Muchos con heridas, abrasiones y estrés. Por ejemplo, un cachorrito de cinco días, aun con los ojos cerrados, que fue encontrado en las ruinas de un edificio con sus orejas quemadas, es uno de los refugiados más recientes.
El Centro Ecuestre de Los Ángeles les abrió sus puertas a animales de todo tipo. "Nunca hemos visto algo así", dijo Jennie Nevin, su directora de comunicaciones.
"La primera noche, el martes, fue realmente muy movida y caótica. Mucha gente vino de todos lados", comentó.
Decenas de personas circulan entre los graneros del centro, en donde además de caballos encontraron refugio a burros, cerdos, ponys y hasta una vaca miniatura.
"Estos burros son fuertes", advierte un voluntario que enseña a otra persona cómo y cuando alimentar a la diversidad de animales desplazados.
"Realmente se necesita de todos", comentó Nevin. A su lado, otras personas pasean a los caballos para una dosis de ejercicio.
En una de las varias filas de graneros, Tarah Paige, una doble de acción, visitaba con su hija de tres años a su pony Truffles y a su vaca miniatura Cuddles, que ha participado en varios programas de televisión.
Para Gruss y Paige, y sus animales, el centro ecuestre ha sido un oasis en medio de la catástrofe que desplazó a más de 150.000 personas, ha cobrado once vidas y carbonizados miles de edificaciones.
Activistas, veterinarios y voluntarios actúan vigorosamente en diversos puntos de la ciudad para rescatar y albergar animales víctimas de los infiernos que carbonizan el sur de California.
Annie Harvilicz, fundadora de la clínica y fundación Animal Wellness Center, prácticamente no ha pegado un ojo en toda la semana.
Cuando el fuego se propagó en Pacific Palisades, el lujoso vecindario en las colinas de Santa Mónica, ahora diezmado por las llamas, Harvilicz se ofreció en Facebook para albergar animales.
La publicación "explotó" y los perros, gatos y hasta un conejo comenzaron a llegar.
Pero con el fuego aún descontrolado, las llamadas de auxilio no paran. Lo peor de la catástrofe, ella cree, aún no pasó.
"A medida que el fuego retrocede en algunas áreas, encontrarán más mascotas y animales heridos", comentó la veterinaria. "Esto es solo el comienzo".