Reconocido fabricante de automóviles llama a revisión a cientos de miles de vehículos por peligrosos defectos en sus airbags

Uno de los fabricantes de automóviles más conocidos de Europa enfrenta todo un drama por cuenta de un fallo en dos de sus más famosos modelos actualmente.
La compañía francesa Citroën extenderá a toda Europa su campaña de revisión de los airbags defectuosos de la compañía japonesa Takata en sus autos C3 y DS3, anunció este martes la marca del grupo Stellantis.
Citroën comenzó hace unas semanas una fuerte campaña de reparaciones en el sur de Europa (Francia, Italia, España y Portugal), sin embargo, ahora anunció que la extenderá a Alemania, Austria, Hungría, Moldavia, Suiza, Ucrania e Irlanda, y, luego, al resto de países del viejo continente.
Este defecto, según precisó el grupo en un comunicado, afecta a más de 869.000 vehículos, de los cuales 400.000 en Francia.
No obstante, esta no es la única empresa automotriz afectada por los fallos de Takata, pues desde 2014, millones de vehículos de diversas marcas como Mazda, Ford, Honda y BMW han sido objeto de múltiples retiros para reemplazar los airbags de este proveedor, que desapareció tras quebrar en 2018.
El defecto está relacionado con el nitrato de amonio, usado como propulsor de los cartuchos para inflar los aibags.
Este material se degrada en climas cálidos y húmedos, y proyecta piezas peligrosas a los ocupantes del vehículo, causando incluso muertes.
En septiembre de 2024, otra marca tuvo que llamar a revisión a miles de sus vehículos por otro peligroso defecto: un error en el programa de control electrónico de estabilidad.
El fabricante japonés Toyota, una de las compañías más exitosas del mundo automotriz, hizo en ese entonces un llamado a revisión de más de 42.000 vehículos por fallas.
El error afecta a los modelos Corolla Cross Hybrid producidos entre junio de 2022 y septiembre de 2024, que presentaron problemas de frenado.
Según el documento de la Agencia estadounidense de Seguridad en Ruta (NHTSA), los 42.199 vehículos incluidos en el llamado tenían el mismo defecto y añadió que el componente defectuoso fue fabricado por el alemán Bosch.
Tras algunas semanas, la compañía nipona pudo corregir el error sin mayor problema