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Triste escena de pareja que decide morir abrazada en una cama en 'Titanic' está basada en hechos reales

Escena del Titanic de la pareja que decide morir unida acostada en una cama fue basada en la vida real.
Escena del Titanic de la pareja que decide morir unida acostada en una cama fue basada en la vida real / FOTO: EFE
La escena en la que se ve a dos adultos mayores morir juntos ante la falta de botes salvavidas, es una de las más conmovedoras de la película.

La película ‘Titanic’ de 1997 es una de las cintas más queridas del cine debido al éxito que tuvo combinar la historia real de este lujoso barco que se hundió la madrugada del 15 de abril de 1912 en el Océano Atlántico, dejando miles de muertos, y la historia de amor entre una mujer millonaria y un hombre de menos recursos económicos.

Los protagonistas eran ‘Jack’, interpretado por Leonardo DiCaprio, y ‘Rose’, interpretada por Kate Winslet, quienes se conocen a bordo de este transatlántico británico y comienzan a compartir experiencias diferentes de cada uno de sus mundos, ya que él pertenecía a la clase más humilde y se ganó en un juego los pasajes para abordar el Titanic, y ella era una joven adinerada, quien estaba comprometida con un magnate por presión de su familia.

Su historia de amor dejó muchas escenas memorables en los televidentes, pero no fueron las únicas, pues hubo otras historias que se desarrollaron en la película, principalmente en el momento en que el barco comienza hundirse, que se quedaron en la memoria del público.

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Entre las escenas recordadas de la película Titanic están la de los músicos que se quedan tocando violín hasta el hundimiento del barco, la del capitán que decide aferrarse al timón y hundirse con el transatlántico, una madre que desiste del intento de abordar los botes salvavidas, se encierra en su habitación con sus hijos y les lee un cuento para dormir; la pareja de adultos mayores que decide acostarse a esperar su muerte, entre otras.

Precisamente esta última escena mencionada fue recreada de un hecho de la vida real: la pareja de actores interpretó a Isidor Strauss e Ida Strauss, una pareja adinerada de alemanes que se casaron en 1871 y que terminaron en el Titanic por accidente, ya que, por una huelga en el sector del carbón en Inglaterra, la salida de barcos se limitó y ellos tuvieron que ser reubicados en otra embarcación para que se pudieran ir a su destino, que era Nueva York, en Estados Unidos.

El Titanic era uno de los barcos más avanzados en tecnología de su época y contaba con un sistema antihundimiento de primer nivel, por lo que sus creadores nunca pensaron que el trasatlántico pereciera en el océano; de hecho, su exceso de confianza dejó la famosa frase: “ni Dios podría hundirlo”.

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Sin embargo, esta navegación terminó en una de las peores tragedias marítimas de la historia; el barco chocó de lado contra un iceberg, lo que desgarró los compartimientos que hacían que este flotara, por lo que comenzó a hundirse y la gente se volcó alterada a los botes salvavidas.

Pero por la confianza de sus creadores en que el Titanic jamás se hundiría, los botes salvavidas no eran suficientes para la cantidad de gente a bordo, por lo que la tripulación tomó la decisión, como acto de caballerosidad, de salvar primero a las mujeres y a los niños.

La pareja estaba a punto de subir a uno de esto botes, pero Isidor se percató de que todavía habían niños y mujeres en cubierta, por lo que se rehúsa a subir y le dice a su esposa que se suba y se salve, a lo que ella le responde: “no, hemos estado juntos por 40 años y a donde tu vayas, yo voy” a lo que él solo reacciona acentando con la cabeza y abrazándola.

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Los testigos de la historia real del Titanic confirmaron lo ocurrido y aseguraron que fue la última vez que los vieron. Ya en la película es donde se muestra la escena de ellos acostados en una cama esperando su inevitable muerte y él le da un beso mientras la abraza.

Su historia conmovió a quienes conocieron los testimonios de los sobrevivientes del Titanic. En la vida real solo se pudo encontrar el cuerpo de Isidor y lo sepultaron en El Bronx, en Nueva York, y su tumba tiene una escritura que dice: “no hay cantidad de agua que pueda apagar el amor, ni inundaciones que puedan ahogarlo”.

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