¿Sabías que tu vida íntima puede afectar tu dinero, tu salud y tu amor? Esto dice el marco espiritual sobre este importante tema
En el programa Ponte al Día, la instructora en Kabbalah Patricia Jurado ofreció una mirada diferente sobre la sexualidad. Según esta enseñanza espiritual ancestral, la forma en que vivimos nuestra vida sexual influye directamente en nuestra calidad de vida, el nivel de satisfacción personal y hasta en nuestra salud financiera y emocional.
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En la Kabbalah existen diez fuentes de poder energético, y una de las más importantes es la novena, relacionada con los órganos reproductores. Esta fuente está asociada con la capacidad de generar vida, no solo en el plano físico, sino también como fuerza creadora de bienestar, abundancia y realización personal.
Jurado explica que una conducta sexual vivida de manera impulsiva, desinformada o reactiva puede generar un fuerte desequilibrio energético. Por otro lado, reprimir completamente el deseo sexual, vivirlo desde el miedo, la culpa o la insatisfacción, también drena esa energía vital.
La Kabbalah no juzga desde la moral tradicional ni se basa en normas de conducta humanas. Lo que plantea es una pregunta energética: ¿es conveniente o no compartir esta energía vital con determinada persona? Todo se trata de administrar con sabiduría una de las fuerzas más poderosas del ser humano: la energía sexual.
Compartir intimidad con alguien no solo implica una conexión física, involucra intercambiamos de energía con la otra persona, y esa energía puede permanecer adherida a nuestro campo. Por eso, la invitación es a actuar con inteligencia espiritual, saber con quién y cuándo tener relaciones, y priorizar el equilibrio y el placer genuino.
Además, la pérdida desmedida de esta energía ya sea por excesos, falta de conciencia o incluso por una abstinencia prolongada no elegida conscientemente puede manifestarse como escasez económica, problemas de autoestima, conflictos de pareja o sensación de vacío existencial.
Patricia recalca que esta “novena fuente” es como una puerta de conexión entre lo espiritual y lo terrenal. Por eso, mantener una vida sexual armoniosa, compartida con la persona correcta y en el momento adecuado, potencia las bendiciones que llegan a nuestra vida.
Finalmente, la Kabbalah no propone el celibato como solución, sino una práctica sexual consciente, responsable y energéticamente inteligente.