El espectáculo de las ballenas que transforma el Pacífico colombiano
Entre junio y noviembre, las aguas del Pacífico colombiano se convierten en el escenario de uno de los fenómenos naturales más asombrosos del planeta, las ballenas recorren más de 8.500 kilómetros desde la Antártida para aparearse y dar a luz en las aguas cálidas del litoral colombiano, su presencia ha hecho de lugares como Nuquí, Bahía Solano, Buenaventura y Tumaco destinos clave para el ecoturismo nacional e internacional.
Para Josefina Klinger, lideresa ambiental afrocolombiana y fundadora de la organización Mano Cambiada, este fenómeno va más allá del turismo: es una oportunidad para que las comunidades se reconecten con su territorio y se fortalezcan. “Somos un territorio de luz, este fenómeno nos respalda la economía, pero también nos permite hacer pedagogía sobre la vida”, asegura.
Desde Nuquí, Klinger lidera el Festival de la Migración, una iniciativa que permite a niños y jóvenes conocer el fenómeno de las ballenas, liberar tortugas y reconocer su entorno como un privilegio, no como una condena: “Queremos que crezcan con otro imaginario, no el de la pobreza, sino el de ser parte de algo extraordinario”.
Las ballenas, con su largo viaje y su presencia serena, no solo traen turistas, traen también una poderosa lección sobre el valor de la naturaleza y la necesidad de protegerla.