"Es potestad de cualquier Estado aceptar o rechazar el ingreso a su territorio de personas extranjeras": excanciller sobre renuncia a la visa de funcionarios colombianos como protesta a medida de EE. UU. sobre Petro
La canciller colombiana, Yolanda Villavicencio, renunció este lunes a su visa estadounidense alegando dignidad y como protesta contra lo que llama una "injerencia extranjera" luego de que Estados Unidos le cancelara la visa al presidente Gustavo Petro, por lo que la Cancillería acusó a Washington el sábado de haber violado el derecho internacional.
La medida fue adoptada en la noche del viernes por Estados Unidos tras una polémica actuación de Petro en Times Square, Nueva York, donde instigó a los soldados estadounidenses, con megáfono en mano, a desobedecer al presidente Donald Trump.
La renuncia de Villavicencio se da en un momento en el que aumenta la preocupación en Colombia por el futuro de las relaciones bilaterales con Estados Unidos, que están "tensas" según la misma Villavicencio, lo que ha quedado en evidencia desde la descertificación de Colombia en la lucha contra las drogas.
Julio Londoño, exministro de Relaciones Exteriores de Colombia, habló en el programa La Mañana de NTN24 sobre la renuncia voluntaria al visado estadounidense de Villavicencio, que se suma a la de Augusto Ocampo, secretario jurídico del Gobierno colombiano.
"Son decisiones de carácter absolutamente personal, que el secretario jurídico de la Presidencia y la señora canciller han decidido ser solidarios en alguna forma con el presidente, pero nada más", argumentó Londoño.
El exministro agregó que la decisión de la Casa Blanca fue consecuencia de las acciones públicas de Petro, especialmente teniendo en cuenta que en estos días se está celebrando una reunión de altos mandos militares de los Estados Unidos con Trump y el secretario de Defensa del país norteamericano, Peter Hegseth.
"Es potestad de cualquier Estado aceptar o rechazar el ingreso a su territorio de personas extranjeras, eso es lógico, con visa o sin ella", consideró Londoño, agregando que esa autoridad va de acuerdo con el propio "saber y entender" de cada Gobierno.
Para el excanciller, las relaciones internacionales "no se pueden personalizar", pues no se trata de la simpatía entre los presidentes: "no se puede hacer diplomacia de micrófono, por altavoces o por mensajes en X, eso es absolutamente contraproducente".