Especial Clic Verde: La guerra en Ucrania arrasa bosques, aguas y especies
La guerra en Ucrania ha dejado cicatrices profundas en el medio ambiente, con un impacto devastador en los ecosistemas del país. Los bosques, que cubren cerca de una quinta parte del territorio, han sufrido la pérdida de aproximadamente 1,7 millones de hectáreas, lo que representa el 15% de su superficie forestal.
Los incendios, responsables de entre el 45% y el 65% de esta pérdida, no solo destruyen la flora local, sino que también dañan el hábitat de numerosas especies animales. Esta destrucción incrementa las emisiones de carbono y reduce la capacidad de los bosques para regular el clima.
Además, la guerra ha afectado gravemente los recursos hídricos de Ucrania. La destrucción de infraestructuras clave, como refinerías, oleoductos y plantas nucleares, ha provocado contaminación del aire y riesgos de contaminación de aguas subterráneas y superficiales.
El daño a ríos y lagos ha puesto en peligro tanto a los ecosistemas acuáticos como a las comunidades que dependen de estas fuentes para su consumo y sustento.
Frente a este panorama, las autoridades ucranianas discuten presentar demandas por “ecocidio”, un crimen ambiental que involucra daños graves y a largo plazo a los ecosistemas.
Expertos señalan que la restauración de estos ecosistemas podría llevar décadas, ya que se requiere no solo reconstruir infraestructuras, sino también proteger y recuperar el medio ambiente, crucial para la supervivencia humana y el equilibrio ecológico global.
Myroslav Slaboshpytskyi director de cine ucraniano, subraya que la guerra está teniendo un impacto peor en el cambio climático que otras fuentes de contaminación mundial. "Es una catástrofe ecológica y humana", afirma, pidiendo a la comunidad internacional que se movilice para abordar este ecocidio.
“No solo se trata de los incendios o la contaminación de los ríos, los residuos de bombas y misiles también están afectando gravemente al ecosistema”, explica Slaboshpytskyi. “No soy científico, pero puedo ver cómo la naturaleza está cambiando, lo que está ocurriendo en Ucrania es un retroceso tremendo, y esto tendrá consecuencias a largo plazo”.
La recuperación de Ucrania no solo será una tarea política, sino también una necesidad medioambiental urgente, que implicará esfuerzos sostenidos a nivel global para reparar y proteger la biodiversidad.