Falleció "el verdadero pastor" Monseñor Mario Moronta: Criticado por haberse acercado a Chávez y repudiado por el madurismo
"Un verdadero católico no persigue a sus hermanos porque piensen de manera diversa... y lo vuelvo a repetir": estas palabras arrancaban los aplausos en la misa del Santo Cristo de la Grita, cuando clamó y defendió a los jóvenes detenidos luego de las elecciones presidenciales.
"Lo que se le haga a un hermano se le está haciendo a Cristo. Ya basta". Después de eso fue declarado informalmente "persona no grata" en instalaciones oficiales de san Cristóbal.
Allí en La Grita dijo que el verdadero dueño de la democracia era el pueblo, en alusión a los resultados del 28 de julio.
Mario del Valle Moronta Rodríguez, el obispo católico que ejerció su ministerio episcopal en la Diócesis de San Cristóbal de Venezuela, murió este lunes 4 de agosto a los 76 años de edad.
Moronta había pasando a retiro como Obispo Emérito de la diócesis en noviembre del 2024, pero se mantuvo como Primer Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.
El anuncio se llenó de inmediato de mensajes de cariño hacia monseñor. "Rendimos homenaje a un verdadero pastor, un hombre de Dios que dejó una huella imborrable en el corazón del pueblo tachirense: Monseñor Mario Moronta".
Los medios a favor del chavismo recuerdan que desde 1996, Mario Moronta expresaba su apoyo a la lucha social que llevó a Hugo Chávez al poder y lo describió como un "hombre con ideas claras".
Chávez siempre le agradeció el apoyo.
Sus críticas al régimen, luego lo apartaron y lo llevaron a estar en el ojo del régimen. Una vez llegó a insinuar que la Iglesia podría ser refugio para los poderosos en caso de que cayera la tiranía.
Los seguidores de la vida y obra de Moronta destacan su ministerio en San Cristóbal "marcado por una profunda devoción y un compromiso inquebrantable con la fe. Con la convicción de un auténtico siervo, dedicó su vida a preservar y fortalecer las raíces de la cristiandad, siempre bajo el amparo de la Virgen de Consolación de Táriba y la guía del Santo Cristo de La Grita".
"Monseñor Moronta no solo fue un líder espiritual, sino también un pilar de esperanza y un faro de valores. Su vida y obra son un testimonio vivo de lo que significa gastarse por los demás, dejando un legado de fe, servicio y amor a Dios".
"Gracias, Monseñor", escribían otros.
