Hijo del cantante Giovanny Ayala revela detalles de los días en los que estuvo secuestrado en Colombia: "Pasaban muy lentos los días"
Tras dos semanas de cautiverio, fueron rescatados el miércoles Miguel Ayala y su mánager Nicolás Pantoja, quienes permanecían secuestrados desde el pasado 18 de noviembre.
El Gaula de la Policía, los Comandos Jungla, el Goes y la Fuerza Aeroespacial llegaron a la vereda Chorritos del municipio La Sierra, Cauca, donde permanecían retenidos los dos jóvenes.
Tras su rescate, el hijo del cantante de música popular reveló detalles de las aterradoras semanas que vivieron mientras permanecían encadenados y vigilados.
“Los primeros días fueron horribles. Siempre nos dijeron que no nos iba a pasar nada, pero teníamos miedo, entonces no dormíamos. En la tarde, pasaban muy lentos los días, pero nunca perdimos la esperanza. No se lo deseamos a nadie, es algo horrible”, afirmó.
Respecto a las personas que los detuvieron, el artista relató que hacían relevos en las madrugadas. “Desde el primer día, Nicolás me acompañó. Eran tres comidas al día, a las 9:00 a.m. el desayuno, el almuerzo a las 2:00 p.m. y en la noche nos traían”.
“Las noches eran horribles. No veíamos nada, se escuchaban solamente ruidos”, agregó.
Los dos jóvenes fueron secuestrados el pasado 18 de noviembre tras ser interceptados en la vía Panamericana, en el corredor entre Popayán y Cali, cuando se encontraban cumpliendo compromisos artísticos en el departamento de Valle del Cauca.
El medio local LA FM precisó que, al terminar su agenda, el joven de 23 años emprendió un viaje por carretera hacia el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, en Palmira, desde donde se dirigiría a su siguiente destino.
No obstante, en el trayecto fue abordado cuando se movilizaba por el municipio de Piendamó junto a su mánager. Al parecer, la camioneta en la que iban fue abordada por dos vehículos y una motocicleta.
Los informes de las autoridades indican que los ocupantes de los vehículos que los abordaron los obligaron a descender de su automóvil y se los llevaron hacia una zona rural del municipio de Cajibío, en el centro del Cauca.