Venezuela se convierte en el país de América Latina con más periodistas exiliados; le siguen Nicaragua y Cuba
Un informe titulado "Voces desplazadas: radiografía del exilio periodístico latinoamericano 2018-2024" revela que América Latina atraviesa una grave crisis en materia de libertad de prensa, con un alarmante aumento en el número de periodistas obligados a abandonar sus países.
Es un estudio sobre el desplazamiento forzado transfronterizo de periodistas en Latinoamérica, que demuestra que el periodismo es uno de los sectores más perjudicados por el aumento del autoritarismo y la corrupción.
Venezuela registra actualmente la cifra más alta de periodistas exiliados en comparación con períodos anteriores, superando incluso a naciones como Nicaragua y Cuba, históricamente asociadas con altos niveles de represión y censura mediática.
La principal causa del exilio periodístico es la persecución política ejercida directamente por el Estado, incluyendo amenazas abiertas, hostigamiento sistemático, criminalización del ejercicio periodístico y uso de leyes punitivas para callar voces críticas.
En la encuesta a los periodistas exiliados 40,8% son venezolanos y el 38,8% son de nacionalidad nicaragüense. El 20% de las personas restantes señalaron ser de Guatemala (6,1%), El Salvador (3,1%), Chile (2%), Cuba (2%) y Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Honduras, Perú y Paraguay (todos con solo 1 respuesta registrada).
Venezuela, Nicaragua y Cuba son los países que más obligan a huir. De acuerdo a la estimación, Venezuela (477), Nicaragua (268) y Cuba (98) son los países con el mayor número de personas obligadas a cruzar fronteras para proteger sus vidas. En conjunto, estos tres lugares son responsables del 92,31% del desplazamiento periodístico de la región.
Los países de acogida son mayoritariamente latinoamericanos, aunque también se ubican países europeos y de Norteamérica.
Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, EEUU, España y México son los principales países receptores de periodistas en situación de desplazamiento. Canadá también comienza a ser un nuevo e incipiente lugar de acogida.
La elección del lugar depende de la nacionalidad, la presencia de redes de apoyo familiares o de personas conocidas en el destino final, así como de la posibilidad de acceder a un estatus migratorio que permita trabajar legalmente.
El estudio fue llevado a cabo con el apoyo de la UNESCO y desarrollada en colaboración entre diversas instituciones de Latinoamérica. El PROLEDI de la UCR, trabajó con Fundamedios de EE.UU. y la Cátedra UNESCO en Comunicación y Participación.