Esta es la razón por la que huracanes como Melissa son cada vez más comunes
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El huracán Melissa alcanzó la categoría máxima este lunes con vientos de hasta 270 kilómetros por hora mientras se acercaba a Jamaica.
De acuerdo con informes de los científicos, la intensificación rápida como las tormentas estancadas están aumentando en un clima más cálido.
Melissa pasó de tormenta tropical con vientos de 110 km/h (70 mph) el sábado por la mañana a categoría 4 con 225 km/h (140 mph) en 24 horas y rápidamente llegó a alcanzar la categoría 5, el nivel más alto en la cadena Saffir-Simpson.
El fenómeno meteorológico es el cuarto de cinco huracanes del Atlántico esta temporada que se han intensificado de manera tan dramática, amenazando incluso a las estructuras bien construidas con daños catastróficos.
Según dijo a la AFP el meteorólogo y científico del clima Kerry Emanuel, del MIT, "una proporción inusual de ellos pasó por una fase de intensificación bastante rápida".
Las teorías indican que el aumento de las temperaturas superficiales del mar inyecta más energía a las tormentas, dándoles combustible adicional.
"Existe un calentamiento atmosférico que tiende a reducir la intensidad, y existe un calentamiento de la temperatura superficial del mar, que tiende a aumentarla", declaró a la AFP el científico atmosférico Daniel Gilford, de la organización sin fines de lucro Climate Central.
"En general, observamos que la temperatura superficial del mar prevalece", añadió.
En el caso puntual de Melissa, la tormenta pasó sobre aguas que se volvieron 1,4 °C (2,5 °F) más cálidas debido al cambio climático, según el análisis rápido de Climate Central.
Una de las cosas inusuales de Melissa es que se estancó y se intensificó en el mismo lugar, lo que daría a entender que el agua estaba tan cálida y el calor era tan profundo.
Jill Trepanier, experta en climatología de huracanes de la Universidad Estatal de Luisiana, indicó a la AFP que "Es una situación un poco aterradora".
Hasta el momento, Melissa deja cuatro muertos durante la semana: tres en Haití y una en la República Dominicana, donde también se reporta un adolescente desaparecido.