A un año de su mandato, Claudia Sheinbaum enfrenta el reto de gobernar bajo la sombra de López Obrador y las presiones de Trump
Claudia Sheinbaum cumple su primer año como presidenta de México en medio de un escenario complejo. Los primeros doce meses de su mandato han estado marcados por la influencia persistente del expresidente Andrés Manuel López Obrador, las presiones comerciales y arancelarias de Donald Trump, y las tensiones internas dentro de su propio partido.
En el programa Mesa de Periodistas, el director editorial de El Economista, Luis Miguel González, la mandataria “ha sido muy hábil para jugar su propio juego”.
Sin embargo, advierte que Sheinbaum todavía carga con los efectos de polémicas heredadas: “Sigue arrastrando casos que dejan de ser escándalos de López Obrador y comienzan a ser propios”.
Por su parte, la periodista Soledad Durazo también analizó el momento político que vive la presidenta. Según ella, Sheinbaum ha intentado mantener la unidad dentro de su movimiento pese a las controversias: “Ella asegura que estos escándalos no afectan al movimiento. No es posible un rompimiento escandaloso, tiene que ser sutil”.
En el plano internacional, la relación con Donald Trump continúa siendo un desafío. González considera que “no hay manera de llegar a una buena negociación en un contexto de enfrentamiento con Trump”, aunque reconoce que Sheinbaum ha sabido mantener el equilibrio.
“Tiene algo de magia en su capacidad para lidiar con hombres muy complicados”, añade, en referencia a la manera en que ha manejado tanto su relación con López Obrador como con el expresidente estadounidense.
Pese a los retos, la mandataria conserva niveles de aprobación importantes, impulsados en gran parte por los programas sociales que continúan siendo el eje central de su administración. “Una parte de la población desaprueba su gestión, pero sigue contando con un respaldo considerable”, puntualiza Durazo.
A un año de su llegada al poder, Sheinbaum enfrenta el desafío de definir su propio liderazgo, mantener la estabilidad política y económica, y demostrar que puede gobernar sin depender de la sombra de su mentor político, concluyen los periodistas.