Congresista estadounidense dice que el régimen venezolano "debe ser aplastado y eliminado de una vez por todas" tras considerar que Maduro declaró "la guerra al pueblo estadounidense"
El congresista estadounidense Carlos Antonio Giménez advirtió este martes en su cuenta oficial de la red social X que Nicolás Maduro le declaró la guerra a los Estados Unidos, por lo que su régimen debe ser "aplastado y eliminado de una vez por todas".
Giménez, que representa actualmente al distrito número 26 de Florida ante la Cámara de Representantes del país norteamericano, se ha caracterizado por su contundente posición en contra del régimen venezolano y la estructura del Cartel de los Soles encabezada por Maduro y declarada como "organización terrorista" por Washington.
Su reacción no se hizo esperar luego de que Maduro ratificara la movilización de 25.000 militares en estados fronterizos de Venezuela con Colombia y el Caribe en medio del despliegue militar que el presidente estadounidense ordenó en aguas cercanas a la región como esfuerzo para hacer frente a los carteles de la droga.
"El dictador Nicolás Maduro ha declarado la guerra al pueblo estadounidense. Su régimen narcoterrorista debe ser aplastado y eliminado de una vez por todas", escribió Giménez en X junto al emoticono de una sirena.
Y es que Vladimir Padrino López, ministro de defensa de Maduro, aseguró que la cabeza del régimen ordenó ampliar el despliegue de efectivos en La Guajira venezolana en el estado Zulia y en la península de Paraguaná, en Falcón.
El pronunciamiento del funcionario estadounidense nacido en Cuba se dio, además, poco tiempo después de que Maduro informara que adelantará por decreto el inicio de la Navidad en Venezuela para el 1 de octubre, como una supuesta estrategia económica y una presunta forma de "defender el derecho a la felicidad y a la alegría".
Estados Unidos, cabe recordar, acusó formalmente a Maduro de "narcoterrorismo" desde 2020 y en agosto de este año aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del dictador.
Caracas, entretanto, asegura que Washington basa su política "en mentiras y amenazas" para forzar lo que denominan como un cambio de régimen en Venezuela.
La Casa Blanca anunció el viernes que había ordenado el despliegue de 10 aviones de combate F-35 en un aeródromo de Puerto Rico para que se sumaran a la flota del Caribe.
Esa nueva iniciativa llegó después de que el Pentágono confirmara la noche del jueves que dos aviones militares de Venezuela sobrevolaron uno de los buques desplegados por Estados Unidos en esa zona.
La maniobra fue calificada por el mismo Departamento de Defensa estadounidense como "altamente provocadora" y "diseñada para interferir" con sus operaciones "en contra del narcoterrorismo".
Trump advirtió el mismo viernes que las fuerzas armadas derribarán cualquier avión que se interponga con la operación estadounidense que busca la seguridad estratégica de la nación que gobierna.
La semana pasada, por demás, el mandatario republicano contó a la prensa que las fuerzas estadounidenses habían atacado y eliminado en el Caribe a una embarcación que transportaba drogas desde Venezuela.
Aunque la administración Trump no ha amenazado con invadir Venezuela, sí ha sido insistente en acusar a Maduro de encabezar una organización terrorista, designación a la que varios países de la región se han sumado.