“Las violaciones son múltiples y van a tener consecuencias”: Zair Mundaray sobre las condiciones de los presos políticos en el Rodeo Uno de Venezuela
En Venezuela, una madre exige fe de vida de su hijo, el preso político Henryberth Rivas, recluido en el centro penitenciario el Rodeo Uno. La mujer denuncia que su hijo estaría siendo víctima de torturas, golpizas y aislamiento.
Según su testimonio, funcionarios del penal lo habrían agredido tras intentar evitar un altercado y, desde entonces, permanece incomunicado. Otros presos políticos, como Antonio Sequea y Juan Carlos Monasterios, también estarían bajo aislamiento.
La familia denuncia graves violaciones a derechos humanos y exige que se garantice su integridad y atención médica.
Zair Mundaray Rodríguez, abogado penalista y criminalista, exdirector general de actuación procesal del ministerio público venezolano, se conectó con La Tarde de NTN24 para hablar acerca de lo que pasa en todos los centros penitenciarios, especialmente en el Rodeo Uno, donde tienen a Henryberth Rivas.
“Las implicaciones legales son gravísimas, se está documentado todo lo que está pasando en el Rodeo Uno, pues yo diría que ni siquiera es un centro de detención sino un campo de concentración para tratar de concentrar allí a los que ellos consideran presos políticos peligrosos, que serían personas que han expresado sus ideas a viva voz y que tienen cierta trascendencia sobre la sociedad”, señaló.
“Han incurrido en todo tipo de torturas y tratos humanos degradantes no solo a niveles físicos y psicológicos, sino también el aislamiento, el tipo de aislamiento en el Rodeo Uno es especialmente grave porque los colocan en una celda pequeña donde no tiene derecho ni al sol, ni a la lectura, la alimentación es absolutamente infame, están rodeados de malaria y mosquitos y ni siquiera tienen un retrete, solamente un hoyo por donde sale una cantidad de gases que ha causado problemas respiratorios y la piel de los que han estado allí detenidos”, puntualizó el invitado.
“El caso de Henryberth Rivas es muy particular porque fue condenado a 30 años de prisión en un juicio en el cual no hubo ni una sola prueba que lo vinculara con el supuesto caso de los drones que pretendía supuestamente atentar contra Maduro. Se mantiene en una condición de aislamiento junto con Rafael Castro Franco, Antonio Sequea y Juan Carlos Monasterios con quienes han sido especialmente crueles”, aseveró el abogado.