"Lo maltratan mucho, esto no es una prisión, es un centro de concentración": madre de hombre detenido en Alligator Alcatraz
Organizaciones civiles denuncian condiciones inhumanas en el centro de detención migratoria conocido como “Alligator Alcatraz”, donde al menos seis personas han sido hospitalizadas desde su apertura.
Uno de ellos es Michael Borrego, un padre de 35 años que lleva más de dos semanas recluido en pleno corazón de los Everglades.
Su madre asegura que fue arrestado injustamente y que ha sido hospitalizado en varias ocasiones debido a las condiciones insalubres del lugar, incluyendo calor extremo, falta de saneamiento, exposición a enfermedades y, además, presuntos abusos por parte del personal de seguridad.
“Él llegó aquí el día 5 y el día 11 lo sacaron urgente, amaneció lleno de sangre y lo llevaron para el hospital. Al día 12 lo operaron, el día 14 lo trajeron al centro de detención, el 16 lo tuvieron que volver a llevar hacia el hospital porque seguía sangrando y tenía muchos los dolores, no le dieron ningún medicamento para el dolor y ningún antibiótico para la infección, nada”, dijo Yaneisy Fernández, madre de Michael Borrego.
“El trato es malísimo, lo maltratan mucho y no lo dejan ni bañarse. Esto no es una prisión, es un centro de concentración”, agregó.
Ante la situación, legisladores piden su cierre inmediato, mientras el estado ya ha invertido más de 200 millones de dólares en esta instalación que muchos comparan con un campo de concentración.
El centro de detención migratoria fue visitado por el presidente de Estados Unidos Donald Trump en julio, quien se jactó de las duras condiciones y bromeó con que los reptiles depredadores harán de guardias.
La administración Trump dijo que cada cama en el controvertido campamento cuesta 245 dólares diarios, y aunque Florida espera que el gobierno federal asuma el costo, la carga recae por ahora en los contribuyentes del Estado.
El mandatario, entretanto, ha prometido liderar el mayor programa de deportación de inmigrantes de la historia del país y los legisladores votaron este mes a favor de inyectar unos 45.000 millones de dólares en la construcción de centros de detención de inmigrantes.
La política migratoria de línea dura de Trump fue un elemento clave de su campaña presidencial, pero también ha desatado protestas en Estados Unidos, que tiene la mayor población inmigrante del mundo.
La media diaria de inmigrantes detenidos en Estados Unidos ha aumentado más de un 40 por ciento desde el pasado junio, según un informe de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, que denuncia que los inmigrantes recluidos en centros de detención han sufrido un "trato abusivo y degradante".