"Tengo la impresión de que decisiones que se toman a la madrugada no son muy meditadas sino más bien improvisadas": excanciller Fernández de Soto sobre crisis entre Colombia y EE.UU.
En diálogo con NTN24, Guillermo Fernández de Soto, exministro de Relaciones Exteriores de Colombia, abordó las tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Colombia. Estos acontecimientos se desataron a raíz de una serie de decisiones que, según argumenta el exministro, son un claro ejemplo de la improvisación en la política internacional de Colombia, lo cual podría acarrear repercusiones significativas.
En sus declaraciones, Fernández de Soto subrayó la importancia de ejercer la política internacional con pragmatismo y responsabilidad, siempre considerando el interés estratégico de Colombia.
"En política internacional no se improvisa. Tiene que ser ejercida con responsabilidad, pragmatismo y pensando siempre en el interés estratégico de Colombia. Tengo la impresión de que decisiones que se toman a la madrugada no son muy meditadas sino más bien improvisadas", aseguró Fernández de Soto.
El excanciller también alertó sobre las graves implicaciones económicas y diplomáticas que podría tener una posible "guerra comercial" con Estados Unidos. Aunque las sanciones arancelarias recientemente anunciadas por el expresidente Donald Trump aún no se han aplicado formalmente, estas representan un riesgo significativo para la economía y las relaciones bilaterales de Colombia.
"La relación con Estados Unidos hay que cuidarla", afirmó, recordando que Estados Unidos ha sido históricamente un socio clave para Colombia en varios ámbitos, incluidos el político y el comercial.
Asimismo, el exministro destacó el impacto potencialmente devastador de las sanciones personales anunciadas por Trump contra el gobierno del presidente Gustavo Petro y sus allegados.
De materializarse, estas sanciones implicarían la cancelación de visas y otras restricciones, limitando la capacidad de maniobra política del gobierno colombiano. Según Fernández de Soto, esta acción sería un precedente grave, ya que representaría la primera sanción de tal magnitud por parte de la administración Trump contra un gobierno extranjero.
Finalmente, Fernández de Soto hizo un llamado a la renovación de la política exterior colombiana, sugiriendo que sea guiada por consensos mínimos internos y que retome la diplomacia activa que alguna vez garantizó el bipartidismo en las relaciones con Estados Unidos.
Hizo hincapié en la necesidad de evitar que Colombia se convierta en una "oveja negra" en América Latina, en un contexto político ya de por sí complejo. "Recuperar aquí consensos mínimos en temas internacionales", concluyó, es esencial para mantener y fortalecer la relación histórica con Estados Unidos.