Del chavismo a la cárcel: Martha Lía Grajales es imputada por "conspirar" a favor de María Corina Machado
El caso de la activista Martha Lía Grajales, remite al de María Alejandra Díaz, una abogada que militó en el chavismo y en meses recientes tuvo que refugiarse en la embajada de Colombia en Caracas para evitar la cárcel.
Pero Martha Lía Grajales no corrió con la misma suerte y tras convertirse en una de las voceras de los presos políticos pasó a ser uno de ellos.
El fiscal general del régimen, Tarek William Saab, al que Grajales había conocido personalmente, confirmó que había sido detenida y que la imputó de graves delitos que acarrean penas máximas en Venezuela a todo el que se declara contra Maduro.
Estos son: incitación al odio, conspiración con gobierno extranjero y asociación para delinquir.
Grajales es nacionalizada venezolana pero nació en Colombia.
Estuvo en el Tribunal Supremo de Justicia el día del asalto a las madres de los presos políticos donde los colectivos robaron teléfonos, golpearon y destrozaron pancartas.
Ella misma llevó la denuncia ante dos instituciones públicas y no la atendieron. Posteriormente estuvo en un acto frente a la PNUD de la ONU en Caracas, denunciando los abusos, y al salir del lugar efectivos del régimen se la llevaron con rumbo desconocido.
Su esposo Antonio González Plessmann, de los primeros en fundar la ONG Provea, e inclinado al chavismo, tuvo que recorrer todos los centros de detención de Caracas y el área metropolitana para saber dónde tenían a Grajales. Nunca le respondieron.
Ambos son parte de "Surgentes", y admitían públicamente que trabajaban en pro de los derechos humanos y no de partidos políticos, marcando distancia de oposición y de gobierno.
La neutralidad no sirvió de mucho. El régimen, que no perdona la "traición" los pone en el centro de la polémica, los criminaliza y los acusa de seguir órdenes de María Corina Machado, como reseña un artículo del portal chavista VenezuelaNews que dice: Martha Lía Grajales, presentada durante años como activista de izquierda, ha quedado expuesta como pieza clave en una operación de infiltración y financiamiento político dirigida por la dirigente opositora María Corina Machado.