Magnicidio ecuatoriano refleja vínculos delictivos en la región; ¿qué esperar del futuro electoral en Ecuador?
Ecuador- la muerte del candidato presidencial Fernando Villavicencio ha consternado la región por la cercanía que tienen las bandas delictivas y los cárteles de narcotráfico que manchan la democracia en países del continente.
Autoridades ecuatorianas enviaron a prisión los seis extranjeros vinculados con el magnicidio del excandidato y relacionados a un grupo de delincuencia organizada, comparando el hecho con la historia que enfrentó Colombia en los años 80.
Hoy el panorama genera miedo e incertidumbre a puertas de las elecciones generales que enfrentará el país el próximo 20 de agosto; varios candidatos suspendieron sus campañas en señal de repudio al asesinato. El presidente Guillermo Lasso decretó la mañana de ayer (11/08/2023) estado de excepción en el país por 60 días, pero la ley no contempla el aplazamiento de las elecciones.
Para Mariana Aparicio, profesora en la UNAM y miembro del Observatorio de Reformas «es una de las muestras de la violencia e inseguridad que se vive en la región de América Latina» acuñó que «uno de los temas que está en el tintero tiene que ver con el narcoestado y la influencia del crimen organizado en la política del Ecuador y la inseguridad que viven los ecuatorianos en su país».
El crimen ha enlutado la política ecuatoriana y despierta escepticismo sobre la relación de narco con Estado que pareciera que día a día va en un creciente y sin unas políticas claras para combatir la delincuencia y la violencia generalizada. El presidente enfatizó que “este es un crimen político que adquiere un carácter terrorista”.
«En muchas ocasiones este tipo de magnicidio desencadena reacciones políticas intensas (…) normalmente este tipo de actos actúan como catalizadores de la opinión pública», comentó el periodista, corresponsal del diario El Mundo, Pablo Pardo.
Según las autoridades hay sospechas de que el asesinato cuenta con participes dentro y fuera del Ecuador. Las ciudades costeras del país sudamericano vienen siendo consideradas como los principales centros de operaciones de los grupos delictivos y escenarios de sus actividades.
Cabe mencionar que las declaraciones de Lasso no son de ahora, han sido cuestionadas y registradas en su periodo de mandato. En abril pasado el presidente declaró como “terroristas” a las organizaciones criminales con vínculos con los cárteles mexicanos y colombianos y adicional a agrupaciones delictivas de origen internacional.
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