Marco Rubio fue recibido por Nayib Bukele en El Salvador en visita en la que la migración ilegal y la seguridad marcarán la agenda
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, llegó este lunes a El Salvador para reunirse con el presidente, Nayib Bukele, en su segunda etapa de su viaje en América Latina.
El Salvador es la segunda parada de la gira de Rubio por Centroamérica, enfocada principalmente en contener la migración que se dirige a Estados Unidos.
"El Presidente Bukele y su Gobierno han creado un clima de seguridad y un clima de estabilidad que no solo ha permitido, sino que ha invitado a la inversión privada", declaró Rubio a los medios locales.
Rubio fue recibido por Nayib Bukele y su esposa, Gabriela de Bukele, quienes le dieron la bienvenida en su residencia junto a sus hijas.
En varias imágenes, se observa el momento en el que Rubio y Bukele intercambian sonrisas y saludos.
Tras su llegada, el Gobierno salvadoreño emitió un mensaje oficial de bienvenida resaltando la importancia de la visita para fortalecer los lazos entre ambas naciones.
"El Gobierno del presidente Nayib Bukele tiene el honor de dar una cordial bienvenida al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio. Su visita a El Salvador permitirá retomar el diálogo y las buenas relaciones de amistad y cooperación entre nuestros países, así como establecer una agenda estratégica de trabajo con acciones conjuntas que sean de beneficio para nuestros pueblos y Gobiernos. Secretario Rubio, nuestro nuevo El Salvador lo recibe con mucho cariño", indica el comunicado.
Asimismo, la Embajada de Estados Unidos en El Salvador recalcó que su visita busca fortalecer la relación bilateral entre ambos países.
"Abordará temas clave de interés bilateral que fortalezcan la relación entre ambos países. Su visita reafirma el compromiso mutuo de trabajar juntos por combatir la migración ilegal y fortalecer la seguridad y la prosperidad de nuestras naciones", indican.
Bukele es, junto con el argentino Javier Milei, el presidente latinoamericano más cercano a Trump.
El presidente salvadoreño fue, de hecho, el primero de Latinoamérica y el segundo de todo el mundo con quien Trump habló por teléfono después de su investidura.