La Corte Penal Internacional confirma que Rodrigo Duterte fue "entregado" y que permanece bajo su "custodia"

La Corte Penal Internacional (CPI) confirmó que el expresidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue entregado y que permanece bajo su “custodia” luego de que fuera arrestado por crímenes de lesa humanidad, tortura y violación.
“La sala, integrada por la jueza presidenta Iulia Antoanella Motoc y las juezas Reine Adélaïde Sophie Alapini-Gansou y María del Socorro Flores Liera, evaluó el material presentado por la Fiscalía y encontró motivos razonables para creer que el señor Duterte es individualmente responsable como coautor indirecto del crimen de lesa humanidad de asesinato, presuntamente cometido en Filipinas entre el 1 de noviembre de 2011 y el 16 de marzo de 2019”, explicó la CPI en una nota de prensa.
Para las juezas hubo un ataque dirigido contra una población civil en cumplimiento de una política organizativa mientras Duterte era el jefe del Escuadrón de la Muerte de Davao (DDS), y en cumplimiento de una política de Estado mientras era presidente de Filipinas.
“Además, hay motivos razonables para creer que este ataque fue generalizado y sistemático: el presunto ataque tuvo lugar durante un período de varios años y causó miles de muertes”, indicó la CPI.
Para las juezas hay motivos razonables para creer que Duterte junto con otras personas y a través de ellas, “acordó matar a individuos que identificaron como presuntos delincuentes o personas con propensiones delictivas, incluidos, entre otros, delincuentes relacionados con drogas, inicialmente en Davao y posteriormente en todo el país”.
La CPI precisó que próximamente se programará una audiencia para la comparecencia inicial del señor Duterte ante el tribunal.
Duterte tiene gran popularidad entre muchos filipinos que apoyaron su forma drástica de combatir el crimen, y sigue teniendo influencia política. Actualmente está postulado para volver a ser alcalde de su bastión de Davao en los comicios de mayo.
Durante su gobierno, Duterte instruyó a los policías disparar a matar a los sospechosos de narcotráfico si sus vidas corrían riesgo, e insistió en que la política de mano dura salvaba a las familias e impedía que Filipinas se convirtiera en un "narcoestado".