Así luce el primer planeta fuera del Sistema Solar descubierto por el telescopio James Webb

El Telescopio Espacial James Webb descubrió su primer exoplaneta, según anunciaron astrónomos este miércoles. Las imágenes fueron compartidas y dan cuenta de un mundo relativamente pequeño.
El telescopio, capaz de ver más lejos en el universo que cualquier otro telescopio anterior, ha impulsado la búsqueda de planetas más allá del Sistema Solar desde su puesta en funcionamiento en 2022.
Hasta ahora, sin embargo, su observación profunda se ha utilizado principalmente para sondear exoplanetas ya conocidos (para obtener información clave como la composición atmosférica) en lugar de rastrear nuevos mundos.
El descubrimiento del exoplaneta TWA 7b, revelado en un estudio publicado en la revista Nature, "representa una primicia para el telescopio", declaró el centro de investigación CNRS de Francia en un comunicado.
La gran mayoría de los casi 6.000 exoplanetas descubiertos hasta la fecha se han identificado a partir de la luz que bloquean al pasar frente a su estrella, en lugar de a partir de imágenes directas del planeta.
El Webb "ha dedicado muchísimo tiempo a observar planetas que nunca se habían fotografiado directamente", declaró a AFP Anne-Marie Lagrange, autora principal del estudio y del Observatorio de París.
Capturar imágenes directas de planetas lejanos es difícil porque son "muy tenues" debido a la falta de calor, explicó Lagrange. Peor aún, añadió, "estamos cegados por la luz de la estrella que orbitan".
Pero el Webb tiene una forma de solucionar el problema. Un accesorio del instrumento MIRI del Webb, llamado coronógrafo, oculta la estrella, creando un efecto similar a un eclipse solar. La visión infrarroja del telescopio puede entonces mirar a través de él y detectar el planeta.
Los astrónomos apuntaron el Webb hacia la estrella TWA 7, que se encuentra a unos cien años luz de la Tierra, relativamente cerca en el universo.
La estrella, detectada por primera vez por el telescopio espacial Hubble en 1999, se consideraba un objetivo prometedor por dos razones. Tiene tan solo 6,4 millones de años, un bebé comparado con los 4.500 millones de años del Sol, y aún está rodeado por un enorme disco de gas y polvo donde se cree que se forman los planetas.
Y desde la Tierra, el disco se ve desde arriba, ofreciendo una buena vista de sus anillos.
Los tres anillos alrededor de la estrella, que se extienden más de 100 veces la distancia que separa el Sol de la Tierra, habían sido detectados previamente por el Very Large Telescope en Chile.
Pero dentro de una sección por lo demás vacía del segundo anillo, el telescopio Webb detectó algo particularmente brillante.
Los astrónomos descartaron que la luz provenga de un objeto en el borde del Sistema Solar o de una galaxia distante detrás de la estrella.
Eso solo podría significar que la fuente de luz era un planeta relativamente pequeño y frío, con una masa al menos 10 veces menor que la de cualquier otro exoplaneta fotografiado directamente hasta la fecha, según el estudio.
Los investigadores estimaron que la masa del planeta era similar a la de Saturno, un gigante gaseoso que pesa solo un tercio de Júpiter, el planeta más grande del Sistema Solar.
El Webb ha multiplicado por diez la capacidad de detectar exoplanetas mediante imágenes directas.
Esto es importante porque los planetas rocosos más pequeños, similares a la Tierra o Marte, son el objetivo principal en la búsqueda de mundos habitables fuera del Sistema Solar.
En el futuro, los astrónomos esperan que el telescopio Webb pueda detectar planetas incluso más pequeños que TWA 7b.
Pero capturar directamente imágenes de mundos lejanos similares a la Tierra requerirá incluso más potencia telescópica, como la del Extremely Large Telescope, cuya entrada en funcionamiento en Chile está prevista para 2028.