Logran las imágenes más cercanas de uno de los fenómenos con mayor potencial destructivo de nuestro sistema solar

La Sonda Solar Parker de la NASA logró captar las imágenes más cercanas al Sol realizadas hasta ahora, a una distancia de tan solo 6,1 millones de kilómetros.
Estas nuevas imágenes permitieron observar como nunca antes el viento solar, la poderosa corriente de partículas electrificadas emanada por el Sol, la cual atraviesa al sistema solar a velocidades superiores a 1,6 millones de kilómetros por hora golpeando planetas hasta los límites de nuestro sistema solar.
En la Tierra, el viento solar choca con el campo magnético más fuerte de nuestro planeta, el cual desvía la mayor parte de las partículas, aunque algunas logran infiltrarse, desencadenando auroras y, en ocasiones, afectando las comunicaciones y las redes eléctricas terrestres.
Pero esta corriente de partículas cargadas es tan poderosa que puede llegar a tener un impacto mucho más significativo, desde graves afectaciones para los satélites y los astronautas en el espacio, hasta la desintegración de atmósferas planetarias.
Por eso es tan importante para los científicos desentrañar los misterios del viento solar y su impacto, para lo cual la información de la Sonda Parker es muy importante.
De acuerdo con la NASA, durante su aproximación récord al Sol a finales del año pasado, la Sonda Parker, equipada con instrumentos científicos avanzados como el Imager de Campo Amplio para la Sonda Solar (WISPR), sobrevoló la atmósfera externa del Sol, conocida como la corona.
La sonda comenzó su acercamiento más cercano el 24 de diciembre de 2024, y en los días alrededor del perihelio, recopiló datos valiosos sobre la estructura y el comportamiento del viento solar.
Entre los descubrimientos más notables registrados por WISPR se encuentra el límite donde la dirección del campo magnético del Sol cambia de norte a sur, conocido como la hoja de corriente heliosférica.
También capturó por primera vez en alta resolución la colisión de múltiples eyecciones de masa coronal (CME), grandes explosiones de partículas cargadas que son un factor clave en el clima espacial.
La Sonda Parker también está ayudando a comprender cómo se crea el viento solar lento, que viaja a solo 354 kilómetros por segundo, la mitad de la velocidad del viento solar rápido.
Por todo esto, esta misión de la NASA, lanzada en 2018, está proporcionando una perspectiva sin precedentes de nuestra estrella y del viento solar, obteniendo valiosa información desde una proximidad nunca antes alcanzada.