Delación, reclutamiento, miedo y desconfianza: Así vive el venezolano hoy y la situación fue descrita por el Alto Comisionado de DDHH
"Me duele informar", advirtió este martes el Alto Comisionado DDHH ONU, Volker Türk, al anunciar el cese de las operaciones de su oficina en Venezuela y las terribles condiciones en la que vive el ciudadano en general, descritas una a una por él.
Cada frase describe el horror cotidiano y los temores de los venezolanos que, lejos de cambiar la situación de precariedad, se interna más en ella, no solo por el chavismo, sino por las sanciones que golpean al que menos posee.
Es por eso que Volker Türk no dejó cabo suelto en su discurso de actualización de la situación de derechos humanos en Venezuela, y anunció que ya no tiene personal por falta de respuesta del régimen.
"Desde mi última actualización en junio, la situación en Venezuela no ha mejorado. Seguimos observando restricciones generalizadas a la libertad de expresión y de reunión pacífica; detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas; así como una grave crisis social y económica.", apuntó.
En septiembre y noviembre, el chavismo adoptó leyes que le otorgan amplios poderes de emergencia, alegando amenazas externas. "El contenido de estas nuevas leyes permanece sin publicar, lo que impide su escrutinio y cualquier evaluación de su compatibilidad con el derecho internacional".
La represión del espacio cívico "se ha intensificado, asfixiando las libertades de la población. La vida pública se militariza cada vez más, lo que aumenta el riesgo de violencia en una sociedad que ya sufre altos niveles de delincuencia."
"Mi Oficina ha recibido informes de reclutamiento forzoso en la Milicia Bolivariana, incluso de adolescentes y personas mayores. Igualmente alarmantes son los informes de que las autoridades están alentando a la población a denunciar a sus familiares, vecinos y colegas a través de una aplicación móvil patrocinada por el Estado. Estas políticas generan miedo, desconfianza y autocensura."
Además indica que la ley de supervisión de las ONG del año pasado sigue obstaculizando la capacidad de la sociedad civil para trabajar de forma segura y libre.
"Periodistas, defensores de los derechos humanos, figuras de la oposición e incluso trabajadores humanitarios siguen enfrentándose a amenazas, acoso y el riesgo de detención arbitraria, simplemente por hacer su trabajo".
Muchos se ven obligados a abandonar el país debido a la intimidación y la persecución. "Cuando los defensores de los derechos humanos y los periodistas se marchan, la verdad y la rendición de cuentas se van con ellos".
En Venezuela varios periodistas permanecen detenidos arbitrariamente y cientos de personas están encarceladas por motivos políticos. "La reciente detención del Secretario General del principal sindicato envió una señal alarmante a los trabajadores de todo el país".
El uso de leyes y retórica antiterroristas amplias y vagas abre la puerta a graves violaciones, apunta.
"Sigo profundamente preocupado por las condiciones de detención, con la persistente falta de alimentos y medicamentos y la denegación de visitas familiares. Estas condiciones deterioran la salud física y mental de los detenidos y, en algunos casos, les cuestan la vida", dijo Volker Türk.
CINCO PRESOS POLÍTICOS FALLECIDOS EN UN AÑO
"Mi Oficina ha documentado al menos cinco muertes de personas detenidas en relación con las elecciones presidenciales de 2024. Todas ellas deben investigarse de forma rápida e independiente, incluida la muerte más reciente del político de la oposición Alfredo Díaz, cuya salud, según los informes, se deterioró gravemente durante su detención".
También advierte un aumento en los traslados de detenidos a lugares desconocidos, algunos de los cuales constituyen desaparición forzada. En tres centros de detención –Helicoide, Rodeo I y Fuerte Guaicaipuro– las personas continúan recluidas en régimen de incomunicación, sin contacto con familiares ni abogados, en flagrante violación de sus derechos básicos.
"Observo la liberación de al menos 51 personas desde mi última actualización –incluidos miembros de la oposición política, ciudadanos extranjeros y personas con problemas de salud– y que al menos a 23 ciudadanos extranjeros se les han concedido visitas consulares".
"Me duele informar de que las autoridades han intensificado las represalias contra familiares de personas percibidas como voces disidentes, tanto en el país como en el extranjero. Desde julio, mi Oficina ha documentado la detención de al menos diecisiete personas — la mayoría de ellas mujeres, niños y personas mayores — en relación con las actividades de sus familiares. Se desconoce el desfile y la suerte que han corrido otros doce familiares".
Instó a la liberación incondicional de todas las personas detenidas arbitrariamente por sus actividades en el espacio cívico – incluidos Rocío San Miguel, Javier Tarazona, Carlos Julio Rojas, Eduardo Torres, y Kennedy Tejeda – sus familiares y cuatro adolescentes que permanecen bajo custodia tras las elecciones de dos mil veinticuatro.
También instó a las autoridades venezolanas "a que protejan la libertad de expresión, garanticen un entorno seguro para los medios de comunicación y la sociedad civil, y aseguren que todas las violaciones de los derechos humanos sean investigadas y reparadas".
"Las desapariciones forzadas, las detenciones en régimen de incomunicación y los traslados no autorizados deben terminar. Las condiciones de detención deben ser humanas y cumplir con los estándares internacionales".
"Me preocupa mucho que se estén realizando intentos de despojar de su nacionalidad venezolana a ciertas figuras de la oposición. Recuerdo a las autoridades que la privación arbitraria de la nacionalidad es ilegal".
Los pueblos indígenas, sus derechos y sus territorios siguen siendo objeto de ataques. Varios líderes indígenas han sido asesinados en los últimos años, entre ellos Virgilio Trujillo, Joaquín Hernández y, más recientemente, Cesáreo Panapera. Muchas investigaciones siguen sin resolverse.
También reiteró el impacto desproporcionado que las sanciones sectoriales generalizadas tienen sobre los más vulnerables, así como sus efectos adversos en la labor de algunas organizaciones de derechos humanos y humanitarias." Insto a que se reevalúen y levanten las sanciones".
"Mientras las autoridades continúan con la represión, el pueblo venezolano libra su propia batalla diaria: contra la pobreza y el hambre."
La desigualdad y los precios se disparan. El Fondo Monetario Internacional proyecta que la inflación alcanzará el 270 por ciento en 2025. El salario mínimo mensual es más de 1.000 veces inferior al costo mensual de la canasta básica de alimentos.
"Las familias deben elegir entre comprar alimentos o medicamentos. Muchas carecen de acceso a la educación y la atención médica. E incluso esta es una imagen incompleta, ya que los datos económicos oficiales son escasos".
Las organizaciones que brindan ayuda humanitaria tienen dificultades para operar debido a regulaciones vagas pero estrictas.
"No puedo ignorar las crecientes tensiones y los desafíos que enfrentan los venezolanos en una precaria situación regional. Me preocupa profundamente el impacto en los derechos humanos de la intensificación de la presión militar estadounidense."
"La historia ha demostrado, una y otra vez, que cuando la confrontación se intensifica, a menudo son las personas comunes quienes quedan atrapadas en el fuego cruzado. No los criminales. No quienes detentan el poder. Las personas comunes".
"Reitero mi llamado a Estados Unidos para que utilice los métodos de aplicación de la ley establecidos para combatir el grave problema del tráfico ilícito de drogas".
"Insto a todos los Estados que acogen o reciben a migrantes, refugiados y solicitantes de asilo venezolanos a que garanticen su protección internacional, dada la peligrosa situación de los derechos humanos en el país".
"He visitado Venezuela, he hablado con su gente y me solidarizo con ellos. Me solidarizo con quienes esperan desesperadamente noticias de sus seres queridos; con los padres separados de sus hijos; y con todos aquellos cuyas mesas permanecerán vacías durante las próximas fiestas".
"La sociedad venezolana necesita sanar. Necesita justicia y derechos humanos para superar la polarización y reconstruir su tejido social y económico".
Mi Oficina ha estado dispuesta desde hace tiempo a apoyar este proceso. Pero lamento informarles que ya no me queda personal internacional en el país.
Hemos hecho todo lo posible para restablecer nuestra presencia, incluyendo la solicitud de visados y el diálogo con las autoridades, pero, lamentablemente, sin éxito.
"Excelentísimos señores, no creo en los puntos de no retorno. Mi oficina siempre está abierta al diálogo constructivo, y espero que las autoridades permitan pronto que mis colegas reanuden todas nuestras actividades en el país. El sufrimiento del pueblo venezolano debe terminar", concluyó.